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Cassandra Ciangherotti y Alejandro Calva tuvieron un fuerte encuentro en el escenario y minutos después de haber terminado su actuación, ella aún se muestra conmovida y afectada por el tema abordado en la puesta en escena Blackbird: el abuso a menores.

“Me gusta mucho el teatro que te pone la verdad de frente, esta obra es una tragedia porque es una historia de amor que no debió haber sucedido porque hay una diferencia de edad enorme, y ahí está el límite. Estás muy ‘baboso’ si dices que no a una obra como esta, porque son de las experiencia que te hacen crecer, si no salimos de aquí siendo mejores actores es una pena”, expresó Ciangherotti sobre la obra que estrenará el 9 de agosto en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico.

La puesta en escena gira en torno a Ray (Alejandro Calva), un hombre de 55 años que es sorprendido por la visita de Una (Cassandra Ciangherotti), joven con quien tuvo una relación carnal 15 años atrás, cuando sólo era una niña de 13, crimen por el cual pagó y que luego trató de dejar en el pasado. Pero su víctima vuelve para confrontarlo.

Calva explica que él guarda un sentimiento especial por ciertos papeles que ha interpretado, por los matices y profundidad que tienen.

“Y Ray es de esos personajes que nunca podrás domar, porque son toros salvajes y siempre les vas a encontrar detalles y descubrir aspectos; son de las cosas que esperas como actor para hacer de un proyecto tú proyecto”.

La directora Katina Medina explicó que en la traducción de Jerónimo Best se trató de respetar lo más posible el original de David Harrower, pero hay partes en las que tuvieron que decifrar qué es lo que el autor quería decir.

“Los personajes pasan por demasiadas emociones, esa ha sido la parte complicada y emocionante de este viaje, entender en qué momento están; ellos creen que estuvieron enamorados y eso también complica el texto”.

Ella considera que el autor deja la posibilidad al espectador de decidir de qué lado estar, porque no se trata de buenos y malos, sino del encuentro de dos seres humanos que exponen su punto de vista.

“Es un tema que en México tenemos que tocar, somos el país número uno en abuso infantil, siento que entre más información podamos dar se va evitar esta situación de la mejor manera. Es una obra que saliendo de aquí (el teatro) genera una discusión en la gente; el número de personas abusadas es tan alto que ver una obra que aborde el tema los hace hablar”, comentó Katina Medina.

Llevar esta obra al interior de la República es uno de los deseos de Alejandro Calva, porque es donde él considera que se habla poco sobre el abuso de menores.

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