Una guitarra agresiva con un sonido rebotando por todos los rincones del Palacio de los Deportes, anunció la llegada de Caifanes, banda encabezada por Saúl Hernández.
El vocalista mostró que no solo las canciones de la banda han perdurado, sino también su voz, y la energía que él y el segundo fundador de la banda, Alfonso André en la batería, conservan.
Lo que también mantienen es el interés por los acontecimientos sociales, uno de ellos en particular durante su presentación en el Palacio, los feminicidios, contra los cuales Saúl se pronunció antes de traer a su única invitada de la noche.
“Desde que empezamos esta banda, desde que íbamos a la secundaria, nos han preocupado lo que pasa allá afuera, aún más los feminicidios, que lamentablemente han ido creciendo con el tiempo, por eso hoy queremos decir ni una más. Necesitamos más hombres y menos machos”, expresó Saúl.
Palabras con las que trajo a Vivir Quintana al escenario, para que cantará “Canción sin miedo”, que las mujeres en el público cantaron de principio a fin acompañando la inconformidad de la banda y Vivir plasmada en sus letras.
“Esta canción es por todas las que ya no están pero también por todas las mujeres que luchan”, dijo Vivir antes de volver a ceder el protagonismo a Caifanes.
La banda continuó con el tema “Antes de que nos olviden”, donde siguió alzando la voz por los desaparecidos en México, proyectando imágenes de movimientos estudiantiles como el de 1968, hasta imágenes de las marchas por los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.
Rostros, mantas, consignas que acompañaron el coro “Antes de que nos olviden, romperemos jaulas, y gritaremos la fuga, no hay que condenar el alma”, que las 18 mil personas en el Palacio cantaron con fuerza, conmovidos, apreciando las imágenes.
El repertorio continuó con fiesta, aplausos, y muchos solos de guitarra, de piano y saxofón en temas como “Cuéntame”, “Ojo de Venado”, “Célula que explota”, para cerrar con una cumbia, de las más alarmadas de la noche, con la que el público se despidió bailando “Negra Tomasa”.
rad