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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Su reciente nominación al premio Oscar, por su labor en ROMA, hizo que Eugenio Caballero viera que, a quienes admira en el mundo del diseño de producción, no han estudiado precisamente cine.
Dicha área es la responsable de construir y crear los sets que ayuden a contar la historia, ya sea en foro o locaciones naturales.
Caballero mismo quiso estudiar en un principio derecho, pero decidió no continuar, al no sentirse bien consigo mismo.
“A los 17 años hice el examen para estudiar Derecho, me aceptaron y cuando ya iba entrar dije: ‘No quiero’, y me fui unos años a Europa. Conseguí una beca en Florencia (Italia) y me quedé a estudiar Historia del Arte y del Cine cerca de dos años”, relató el multigalardonado mexicano.
“Ver cómo cada director nominado tiene una posición radicalmente distinta al oficio hace ver que no hay reglas, métodos o fórmulas para lograr que se transmita a través de un concepto visual.
“De los nominados, ninguno había estudiado; Fiona (Crombie) de La favorita, viene de teatro; John (Myhre, El regreso de Mary Poppins) fue de llegar y preguntar cómo se hacía; yo y Bárbara Enríquez historia de arte. Lo que me voy encontrando es que las personas que admiro en el oficio se han buscado cómo transmitir estas ideas y llevarlas a cabo”, explica.
Caballero recientemente dio una master class en el marco del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, en la cual mostró bocetos de anteriores trabajos fílmicos como El laberinto del fauno.
“Donde sucede esta historia no hay bosques de pinos, pero cuando estábamos desarrollando esto nos dimos cuenta de que el bosque pertenecía a la realidad y debíamos tener líneas rectas. Decidimos utilizar pinos, ese mundo debía ser frío y hostil”.
“Querían que los árboles se vieran como barrotes, que fueran hostiles a los personajes. No había musgo y era un elemento importante, optaron por colocar musgo en todos lados”.
“El año que hice mi primer largo, en 1992, se filmaron seis películas (mexicanas), hacer cine era verdaderamente un caso de fe, acaso imposible y había videos musicales, trabajé con Café Tacvba y otros más, eran cosas que exigían mucha creatividad y daban poquito dinero”, recuerda.
El responsable de Rudo y cursi y las hollywoodenses Lo imposible y Un monstruo viene a verme subraya que el diseño es un oficio que pasa de maestro a pupilo.
“Me acuerdo que con Romeo y Julieta (con Leonardo DiCaprio) el final lo hicimos en Veracruz y había un arco de feria, arbustitos, hicimos pruebas de fuegos artificiales y ching…; en la noche me llaman para decir que venía viento del norte y era de los más fuertes, yo dije que no pasaba nada, pero hasta vi como se caía todo.
“Baz (Luhrmann, el realizador) llegó, se fue a caminar solo una media hora y cuando llegó preguntó si podía levantarse tal cosa y la filmamos en ruinas y servía como una metáfora interesante para la historia. Yo nunca me hubiera atrevido a filmar en un set así, pero fue una enseñanza gigantesca, a veces es interesante ver lo que el oficio te trae”, considera.
Caballero fue el curador de la exposición de monstruos de Guillermo del Toro que se inaugurará en mayo y que permanecerá por cinco meses, para luego trasladarse a la capital mexicana.
***Con información de Notimex