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Este año, los escenarios fueron más grandes y más alejados unos de otros, lo que permitió mejor tránsito de los asistentes y el Autódromo Hermanos Rodríguez tuvo una colocación de stands, zonas de comida y baños más adecuada.
Aunque en las últimas semanas la Ciudad de México ha vivido fuertes lluvias y una baja en la temperatura, este sábado el clima favoreció al dios de la música, ya que la tarde fue calurosa y la noche estuvo libre de chubascos, lo que permitió que los más de 85 mil asistentes a la primera jornada pudieran disfrutar sin problema de los shows.
El Corona buscó de nueva cuenta probar con el método cashless y aunque en las primeras horas funcionó, por la tarde hubo filas interminables para recargar las pulseras. Al caer la noche, algunos dispositivos de cobro comenzaron a tener problemas y para cuando la sed y el hambre eran mayúsculas, en muchos puestos se comenzó a cobrar con efectivo.
