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Britney Spears y su esposo Sam Asghari planeaban tener una cita perfecta y pasarla bien cuando llegaron al restaurante Joey en Woodland Hills, pero desde el primer momento se vislumbró que no sería una buena velada para la pareja, y en efecto, todo terminó mal para la cantante y su esposo que se molestó y se fue antes que la cantante, su esposa.
El viernes por la noche la pareja de recién casados llegó al restaurante que se encontraba completamente lleno, así que fueron identificados de inmediaro, y según reporta TMZ, la gente sacó sus celulares y comenzaron a fotografíar a Britney, cosa que irritó mucho a la intéprete de "Toxic".
El tenso momento provocó que Spears comenzara a enojarse y a hablar sin sentido, los ahí presentes aseguran a TMZ que la artista de 45 años tuvo una actitid "maníaca", gritando y hablando galimatías, es decir, un lenguaje difícil de comprender por la impropiedad de las frases o por la confusión de las ideas, aseguran que no se trataba de otro idioma, sólo que era incomprensible.
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¿Cómo terminó todo?
Sam Asghari, esposo de Britney se molestó con el comportamiento errático de su esposa, por lo que salió enojado del restaurante; Spears se quedó adentro sola por un momento.
TMZ publicó en su sitio web una fotografía de la estadounidense sentada sola y con una mirada desubicada; reportan que a los pocos minutos de que Sam Asghari salió del lugar, la llamada "princesa del pop" también lo hizo junto a su guardaespaldas que acompañó a la pareja desde su llegada al lugar.
Foto: TMZ.
Poco tiempo después, el guardaespaldas regresó al restaurante para pagar la cuenta.
En sus redes, Britney no se ha pronunciado sobre lo ocurrido, sigue compartiendo fotos luciendo el abdomen; desde hace unas semanas desactivó los comentarios de sus instantáneas, pues cada vez eran más los seguidores que la cuestionaban sobre su salud mental.
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