Cuando Bradley Cooper vio El hombre elefante a los 11 años, mucho en su interior se removió.

La película de se inspira en la historia de Joseph Merrick, un hombre con severas deformidades físicas. No sólo muestra su dolor, sino también cómo un médico apostó por su dignidad y lo ayudó a encontrar un lugar más humano en el mundo.

Esa poderosa narrativa despertó en Cooper el deseo de contar historias en la gran pantalla, de usar el arte para conmover.

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“Cuando la vi, supe que necesitaba hacer arte para impactar en la vida de los demás como esa película lo hizo conmigo, creo que ese fue el primer momento que determinó mi vida”, aseguró Bradley.

El famoso actor, multinominado al Oscar, confió sus experiencias ante 10 mil personas ayer en el Auditorio Nacional, en el marco de Siglo XXI, un evento anual que reúne a los beneficiados por las Becas Telmex Telcel, al que asistieron personalidades destacadas de diversos campos como ciencia, tecnología, deportes, política y cultura.

Cooper, además de ser actor, se ha convertido en productor, escritor y director, habilidades que le han permitido estar nominado en 12 ocasiones al Oscar desde distintos rubros; siete de ellas las consiguió el año pasado con Maestro.

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Pero detrás de eso, hay una habilidad que considera fundamental para llegar a donde se encuentra: “Estar presente es una de las cosas que me ha permitido llegar”, dijo.

“Parece un cliché, pero de verdad que sí, es muy importante estar presente, disfrutar el ahora. Eso es fundamental para lograr nuestros éxitos, pero más que lograrlos, disfrutar cada proceso”, remarcó.

Se apoya en amigos

En especial, consideró importante rodearse de personas creativas y valiosas a su alrededor, como el mexicano Guillermo del Toro, quien lo guió en la película El callejón de las almas perdidas, de 2022.

“Guillermo fue una de esas personas. Él realmente me introdujo a una visión nueva de hacer películas que nunca había visto: su técnica con las imágenes, su forma de crearlas, la estética que hay en sus películas”, mencionó.

Además, destacó su calidad humana: “Me apoyó y sigue apoyándome en la industria como nadie lo había hecho antes. Fue una película oscura, pero que me demostró lo lejos que puedo llegar”, apuntó el actor de Hollywood.

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Si hay algo que ha modificado su presente más que adquirir una nueva habilidad o empaparse de nuevas técnicas, es la capacidad para no temerle al amor.

“El amor cambia todo; el de mi hija (de seis años) ha cambiado todo. La idea de que sea adolescente me aterroriza por muchas razones, pero me emociona. Espero verla crecer. La vida se va muy rápido, es lo que dicen”, compartió.

En especial, reconoció que le conmovió este verano, pues disfrutó estar con ellas antes del regreso a la escuela: “Eso me despertó temores, porque yo quiero estar con ella el mayor tiempo de su vida, pero a veces pienso que no será posible”, aseguró.

No le tema a la IA

Además de su vida personal, hay nuevas tecnologías que cada día influyen más en la creación cinematográfica, como la inteligencia artificial, que desató todo un conflicto en Hollywood entre 2022 y 2023.

Pero es algo a lo que Cooper no pretende escapar: “La uso como una herramienta para contar historias, en la narración de historias. Todavía existe la tradición oral, la ópera como narradora sigue existiendo.

“¿Sabes? Las cosas simplemente encuentran su lugar. El cine ha sido tan masivo durante un siglo y la forma en que evolucionará estará determinada, en parte, por la inteligencia artificial”.

Donde sí encontró discordancia fue en su percepción sobre esta herramienta, que comienza a estar cada vez más presente en todas las tareas humanas.

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“No le pongo una etiqueta de bueno o malo. Ciertamente, creo que permitirá que nuestra imaginación sea ilimitada en muchos sentidos y con menos dinero. Pero en realidad es muy emocionante lo que podría suceder y cómo las personas podrían contar historias mucho más épicas, donde antes sólo unos pocos podían, con un presupuesto muy grande”, aseguró,

Ecuánime, convivió un momento después de ofrecer esta ponencia a los jóvenes mexicanos. Les sonrió y respondió tranquilo a algunos cuantos “Te amo” que se gritaban desde las butacas.

“Diríjanse con amor, hagan todo con amor, a pesar de que estén enojados. Aunque les duela el corazón, guíen con amor. Eso no es fácil, pero háganlo. Coman bien, disfruten la comida e, insisto, rodéense de las personas correctas”, se despidió.



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