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Los Ángeles.—Para el estudio Disney, esta Navidad no es sólo sobre voltear al cielo a atisbar al barrigón de las mejillas rosadas, sino para atrapar después de medio siglo de su partida, a la nana más famosa del cine, Mary Poppins, quien interpretada por Emily Blunt, tomará en sus manos esa sombrilla que portó Julie Andrews al volar sobre Londres en 1964 y que ha puesto a soñar y cantar a más de una generación.
En El regreso de Mary Poppins, Blunt, debió aceptar un reto que podría tambalear su carrera de no convencer a la audiencia que tiene en su corazón la versión de Andrews. Más al juzgar por las reacciones de las primeras proyecciones, público y crítica coinciden que la británica consiguió con éxito su objetivo. Incluso hay ya una nominación de Globo de Oro para ella.
“Cuando me ofrecieron interpretar a Mary Poppins, fue un momento sacado de los sueños. Julie Andrews tiene una huella en mi vida y en la de los demás con su interpretación de Mary, así fue que decidí crear mi propia versión de Mary Poppins; porque nadie quiere verme crear mi versión de Andrews, la versión de Julie debe ser celebrada y atesorada en su propia manera, por lo que supe que la única manera de correr era este riesgo era de la mano de Rob Marshall, el director más brillante y meticuloso en el mundo”, explicó Blunt en entrevista con EL UNIVERSAL.
Marshall, ganador del Oscar por la puesta en escena en pantalla de Chicago (2002) y luego con experiencia en otros dos musicales más, Nine (2009) e Into the woods (2014) —donde Emily Blunt interpretó a la esposa del panadero— fue quien alzó la mano cuando se dio cuenta que Disney deseaba traer de vuelta a Poppins. No solamente reclutó a la actriz de entonces 34 años, sino que le puso a su lado al ganador del premio Pulizter, Lin-Manuel Miranda para ser su mancuerna, además de la actriz clásica Angela Lansbury y a los ganadores del Oscar, Meryl Streep y Colin Firth.
“En la nueva historia por contar, quisimos aproximarnos al sentido de los libros de la autora de Mary Poppins, de P. L. Travers. El regreso de Mary Poppins es sobre encontrar el gozo de ser niño otra vez”, reafirmó Marshall, quien decidió usar los avances en efectos visuales para volver espectacular su filme; pero a la vez recurrió a la animación tradicional a mano, para un momento definitorio del filme.
Una decena de nuevas canciones se crearon bajo la batuta del compositor Marc Shaiman y las letras de Scott Wittman, quienes trabajaron juntos en la adaptación a Broadway de los filmes de John Waters y Steven Spielberg, Hairspray y ¡Atrápame si puedes!
La producción, nominada a Mejor Película comedia o musical en los Globos de Oro, que figuró en la lista de las 10 Mejores películas de 2018 para el conservatorio American Film Institute y que trae una posible nominación al Oscar para Blunt, cuenta la historia en plena era de la depresión en Inglaterra, cuando los niños Banks ya han crecido y él es viudo y padre de tres niños. La familia pasa por crisis emocional y de dinero, por lo que Poppins toca la puerta para tratar de ayudarlos a encontrar su camino.
“Me conmovió increíblemente la canción ‘The place where lost things go’ (El lugar donde las cosas perdidas se van) y cuando llegó la escena para interpretarla por primera vez, se me salían las lágrimas. Pensaba en los personajes de los niños, en mis propios hijos, en su sentido de pérdida, mientras que intentan motivar a su papá. Creo que la letra habla con esperanza y de una forma poderosa el hecho de experimentar una pérdida”, recordó Blunt.
Con presupuesto de 130 millones de dólares, la cinta cuenta con Dick Van Dyke, quien interpreta al banquero Mr. Daws Jr., que apareciera en la película de los 60.