Venecia.— Una película con coproducción mexicana, Blanquita, dirigida por el chileno Fernando Guzzoni, compite en la sección Horizontes, dedicada a mostrar filmes vanguardistas.
Guzzoni se centra en el caso de pederastia entre políticos y empresarios que conmocionó hace dos décadas a Chile.
Es una coproducción entre Chile, México, Francia, Luxemburgo y Polonia a cargo de la productora Quijote Films del chileno Giancarlo Nasi y Varios Lobos a cargo del productor mexicano Pablo Zimbrón Alva.
Tras su exitoso pase con el público, Giancarlo, emocionado, comentó: “Estamos contentos, acabamos de mostrar la película y hubo una ovación bastante larga y emocionante.
“Cuando yo era niño, saltó a la luz el famoso caso Spiniak, en el que nos inspiramos para hacer Blanquita. Recuerdo el caso como algo impresionante, nadie podía creer cómo una niña que venía de la nada, que había sido marginalizada e invisibilizada por el sistema, alzó la voz y cuestionó a los más poderosos. Se transformó en heroína, en alguien que si bien sabíamos que quizá no decía la verdad, todos queríamos que fuera cierto y como sociedad decidimos creerle, ser parte de esta lucha”.
Para Pablo Zimbrón, esta obra también retrata a Latinoamérica pues muestra la corrupción y los mecanismos del poder que se van tejiendo para cubrir la impunidad y protegerla.
Zimbrón, además de Blanquita, tiene en el mercado del Festival otra pieza: La misteriosa mirada del Flamenco.
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