El máximo tribunal de Pensilvania cuestionó el martes si el supuesto historial de Bill Cosby al drogar y abusar sexualmente de mujeres representaba un patrón criminal distintivo , dados estudios que indican que hasta la mitad de este tipo de ataques involucran drogas o alcohol.
El comediante de 83 años apela para que anulen su condena de abuso sexual
de 2018 porque el juez permitió que los fiscales llamaran a otras cinco acusadoras que dijeron que Cosby las trató igual que a su víctima, Andrea Constand. La defensa dijo que sus testimonios predispusieron al jurado en contra de su cliente.
“Esa conducta que ustedes describen — los pasos, las mujeres jóvenes — existe literatura según la cual eso es común en el 50% de estos ataques — miles de ataques — a nivel nacional”, dijo el presidente del Tribunal Supremo, Thomas G. Saylor, durante los argumentos orales en la suprema corte de Pensilvania. “Así que, ¿cómo puede ser eso un plan común?”.
El fiscal, en respuesta, ofreció detalles más precisos sobre las relaciones al decir que Cosby usó su fama y fortuna para servir de mentor de las mujeres y que entonces se aprovechaba de eso.
“Había un nivel de confianza creado debido a su posición en la industria del espectáculo y porque él se presentaba como un moralista público”, dijo la fiscal adjunta Adrienne Jappe del condado de Montgomery, un suburbio de Filadelfia donde Constand dice que Cosby abusó de ella en la residencia de él en 2004.
“Lo distintivo era aislar y drogar o embriagar a mujeres jóvenes con el propósito de abusar sexualmente de ellas”, dijo Jappe.
Cosby ha cumplido más de dos años de su sentencia de entre tres y 10 años en prisión por drogar y abusar de una mujer a la que conoció a través del programa de baloncesto de su alma mater, la Universidad de Temple.
Las cortes han luchado por años con decisiones sobre cuándo debería permitirse que otras acusadoras rindan declaración en casos penales. La Corte Suprema de Pensilvania parece deseosa de abordar el asunto.
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El juez Steven T. O’Neill había permitido que sólo una acusadora adicional declarara en el primer juicio de Cosby en 2017, cuando el jurado no pudo alcanzar un veredicto. El movimiento #MeToo emergió meses después tras reportes de prensa de que el magnate del cine Harvey Weinstein y otros hombres fueron acusados de violencia sexual.
O’Neill entonces permitió que otras cinco acusadoras testificaran en un nuevo juicio de Cosby en 2018, cuando el jurado lo declaró culpable de haber drogado y abusado sexualmente de Constand.
La abogada de apelación de Cosby, Jennifer Bonjean, dijo que los fiscales explotaron “todos estos testimonios vagos” sobre su comportamiento previo y su admisión de que le había dado a mujeres alcohol o pastillas de metacualona antes de sus encuentros sexuales.
“Pusieron al señor Cosby en una posición en la que no tenía oportunidad. La presunción de inocencia sencillamente no existía para él”, dijo Bonjean en los argumentos del martes, presentados en línea debido a la pandemia de Covid-19.
La corte de siete miembros se preguntó en voz alta cuántas acusadoras más son demasiadas en un juicio justo y hasta cuándo se deben remontar las acusaciones. Constand acudió a la policía en 2005, cerca de un año después de la noche que estuvo en la casa de Cosby. Lo conoció a través de su trabajo con el programa de baloncesto en la Universidad de Temple, donde el comediante era un fideicomisario y el más famoso promotor de la institución. Dijo que acudió a él buscando asesoría sobre un cambio de carrera.
Las otras mujeres conocieron a Cosby en los años 80 mientras trataban de hacer contactos en la industria del espectáculo, pero no acudieron a la policía.
La defensa también impugnó la decisión del juez de permitir que el jurado escuchara testimonio perjudicial que dio Cosby en una demanda que le inició Constand en 2005, después de que el fiscal de entonces, Bruce Castor, se negó a ordenar el arresto del comediante.
La declaración estuvo sellada casi una década hasta que The Associated Press le pidió a un juez federal que hiciera públicos documentos del caso mientras más mujeres acusaban a Cosby de abuso. El juez aceptó, y los fiscales en un suburbio de Filadelfia reabrieron el caso de Constand de 2005 contra Cosby en 2015, apenas unos meses antes de que prescribiera el plazo para poder arrestarlo.
Cosby, un actor otrora adorado y conocido como el “Papá de Estados Unidos”, fue la primera celebridad condenada en la era de #MeToo .
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