Música

Benny Ibarra llega a sus 50 recorriendo el camino largo

El exTimbiriche, que llega hoy a los 50 años, se dice satisfecho de forjar una propuesta pop mucho más alternativa, lejos del reggaetón y las telenovelas

OCESA SEITRACK
08/09/2020 |01:56
Araceli García
Pendiente este autorVer perfil

“Nunca dejaré de ser Benny de Timbiriche y de un proyecto que hice a los 11 años de edad, y estoy a punto de cumplir 50”, comenta Benny Ibarra en entrevista.

No lo dice con pesar, sino agradecido por lo que la vida le ha dado y como quien sabe que no es sólo eso; también es el actor que ha hecho obras de gran producción como El hombre de la mancha y otras más pequeñas como el monólogo Novecento. A la vez, ha sido solista y productor.

“En su momento era algo que me hacía ruido pero después entendí que era una manera cariñosa de que la gente recordara no a Benny de Timbiriche, sino que eso era una manera de conectar con sus propios recuerdos y su infancia”, señala.

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Ahora que deja atrás los 40 —nació el 8 de septiembre de 1970— el hijo de los artistas mexicanos Benny y Julissa, quienes han destacado en ramas como el teatro, enumera aquellas cosas de las que se ha llegado a arrepentir aunque ahora entiende que no eran para él.

“A lo mejor sí me pude haber dedicado en un principio a tener una carrera más abierta, más comercial, pero decidí ir en contra de eso y ser el ‘Timbiricho alternativo’ y hacer una propuesta pop mucho más creativa que a lo mejor no tuvo tanto alcance pero sí credibilidad”, explica.


“Hasta la fecha tengo confianza y reconocimiento de gente que a lo mejor no tendría si hubiera hecho una carrera más comercial, haber hecho telenovelas, o ahorita reggaetón, sin menospreciar esos géneros, pero entendiendo que yo me quise ir por el camino largo. Está padrísimo irte por el corto, no tiene nada de malo, pero disfruto y he disfrutado mucho a los 50 la manera a cuenta gotas como se me han dado las cosas”.

Como padre de dos hijos, de 18 y 22 años, hay cosas que extraña de su juventud, como la energía, el hambre de hacer las cosas y la ingenuidad. A la vez, entiende que a los 25 tenía una forma de ver la vida erróneas, por ello, le preocupa ver una nueva generación llena de soberbia que siente que el mundo les debe de resolver todo.

“Me preocupa. No lo digo despectivamente; porque soy padre de algunos de esos jóvenes”.

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