Dicen por ahí que lo único que todos tenemos seguro al nacer, es que un día vamos a morir; a esta idea científicamente se le conoce como la ley de la vida, pero para Benito Castro era más bien una filosofía, un lema que nadie debía olvidarse y en el que se rigió durante su paso por este mundo.
Con una carrera de más de seis décadas, esta tarde el también comediante, de 77 años, fue sorprendido por la muerte en su propia casa, tras sufrir una aparatosa caída que le dejó serias lesiones internas y un traumatismo craneoencefálico, el cual habría sido la causa de su deceso.
La noticia fue dada a conocer por el programa "Ventaneando", pero minutos más tarde fue confirmada por Deborah, hija del querido Papiringo, en declaraciones dadas a EL UNIVERSAL: "Lamento mucho informar que sí, mi papá falleció. Tuvo un accidente se cayó de las escaleras de la casa y no resistió”, dijo Castro.
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Pero morir jamás fue algo a lo que tuviera miedo, eso sí, le guardaba respeto, pero no estaba peleado con la idea de que algún día dejaría este mundo; por el contrario, la veía como el siguiente paso, como algo tan natural como la vida misma: "La muerte es algo a la que le hemos tenido miedo todos, y empezamos a morir el día que nacemos; porque lo único que es inevitable es la muerte", dijo a este medio en una de las últimas entrevistas que concedió con motivo a la obra "¿Por qué será que las queremos tanto?".
Y aunque hoy muchos se quedan llorando su recuerdo, él estaba completamente convencido que trascender no tenía porque causar dolor: "Si eres merecedor de la gloria de Dios en tu vida, portándote correctamente, no haciéndole daño a nadie, puedes aspirar a que también sea un momento feliz", agregó.
Sin embargo, sí tenía algo que pedirle para sus últimos momentos, y es que jamás deseó un desenlace trágico, quería que fuera rápido y de ser posible en el lugar que más amó, el escenario: "Lo único que le pido a Dios que si me va a llegar , que sea de volada y si puede ser arriba de un escenario, mejor, eso sería maravilloso, morir en el escenario".
Los restos del también compositor serán velados en una funeraria al sur de la ciudad, de acuerdo con su hija Deborah y posteriormente la familia decidirá cuál será el lugar en el que Castro descanse para siempre, donde seguramente siga escuchando los aplausos de ese público al que conquistó con su carisma y su muy ácido sentido del humor.
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Con información de Armando Pereda