Una gran fiesta fue la que organizaron Bely y Beto en el Auditorio Nacional, cuando ayer presentaron su nuevo espectáculo Yujujuy, en el que no sólo pusieron a bailar a los niños y niñas asistentes, también les hablaron de la importancia de usar la imaginación y nunca dejar de jugar.
La sala del Auditorio se llenó de niñas ataviadas con vestidos ampones de color azul, amarillo y rojo, y de niños usando playera a rayas, imitando a sus ídolos regios; cuando faltaban 10 minutos para las 13:00 horas, la tercera llamada se escuchó en el sonido local y los pequeños se emocionaron cuando una cuenta regresiva inició.
La voz de Beto se dejó escuchar, explicando lo que era una galaxia, luego Bely se unió y esta fue la señal de que la aventura iba a comenzar. Entonces a ritmo de Yijujuy aparecieron las estrellas del show, acompañadas de un cuerpo de baile de 20 artistas; casi de inmediato los niños se pusieron de pie para bailar y cantar.
Después de interpretar el tema oficial de Bely y Beto, Belinda Treviño, nombre real de la artista regia expresó: “Qué emoción estar con todos los niños en la Ciudad de México, y en el Auditorio Nacional ¡que se escuche el escándalo!”
Entonces llegó el momento de presentar a la pandilla completa, uno a uno subieron al escenario comenzando por Pepo, luego Miguel y Miguelita, Kelly y Perrón, así que la fiesta estuvo completa.
El viaje comenzó con un paseo por la casa de Bely, fue ahí que aprovecharon para hablar de la importancia de la higiene con el tema “A limpiar”, ya que la casa no estaba aseada. Fue entonces que la bienvenida oficial llegó, con un paseo virtual por su hogar, que en la vida real se encuentra en Monterrey, pero como los personajes favoritos de los niños no querían jugar en casa, Bely les prometió un viaje fantástico, con las casi nueve mil personas presentes.
Con imaginación y a través del juego, Bely hizo la primera parada en esta aventura en la selva, donde vestido de acuerdo con lugar en que estaba, el grupo volvió a escena y a ritmo de “El gorila”, niños y niñas bailaron en los pasillos.
Después de bailar “De botecito”, donde Bely explicó la importancia de bañarse a diario, la nana de la pandilla dijo que era momento de cambiar la fiesta a la playa, aquí el anfitrión fue Tiburcio el tiburón, a quien le gusta la cumbia cumbia.
Luego Bely y Beto llevaron a sus invitados al circo con acróbatas y payasos.
Quien faltaba por fin apareció: El Conejo Malapata, quien representa las travesuras y los niños que se portan mal.
Después de que Super Beto pusiera orden en el escenario, el baile siguió con “Viaje espacial”.