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A través de los años, conceptos como belleza y juventud han cambiado. Incluso la industria del entretenimiento ha modificado el estándar de lo que se considera hermoso. Para Drew Barrymore, ser bello no se trata de tener un físico o un rostro envidiable, para ella, la belleza radica en el cerebro, en buscar y mantener buena salud mental.
A los cuatro años, Drew comenzó a trabajar, a los 10 era toda una celebridad y a los 15 tenía su propia autobiografía. Para su corta edad había vivido mucho bajo los reflectores y eso, dice, es como vivir cuatro veces más que la gente común.
“Cuando te dedicas a esto vives muy rápido, experimentas cosas que la gente vive poco a poco. Empecé muy pequeña y llevé una vida agitada, no sabía cómo manejar la fama y el reconocimiento, me costó muchos años, muchas lágrimas y muchas terapias encontrarme”, detalla la actriz en entrevista con EL UNIVERSAL.
En algún punto de su carrera, la californiana protagonizó algunas de las comedias románticas más importantes de los 90 e inicios del 2000, algo que agradece pero que también, señala, le fue complicado, ya que la industria pedía mucho de ella física y mentalmente.
“He sido afortunada con la carrera que tengo pero también es producto de marcar bien lo que tú quieres hacer y no caer o permitir que alguien más te diga hacia donde debes de ir. En mi caso hubo ocasiones en las que se me pedía tener cierto peso, cierto físico y para mí era muy pesado cargar con todas esas exigencias de tener que ser la chica que todos querían que fuera”.
Luego de años de trabajo y mucha terapia, Barrymore llegó a una conclusión: “No se puede ser feliz o vivir tranquilo si no estás bien de la cabeza”. La actriz redescubrió el significado de hermosura y se dio cuenta que para proyectar belleza se tiene que estar bien mentalmente.
“Todos tenemos temas mentales, traumas, fantasmas, miedos o cosas no resueltas y que nos hacen comportarnos o tener la seguridad que tenemos. Para mí la belleza es estar bien de la mente, vivir sin miedos, poseer confianza y autoaceptación, pero llegar a eso no es sencillo, se necesita reconocer que hay cosas que resolver”.
En días pasados, la actriz visitó la Ciudad de México para presentar su línea de belleza Flower Beauty, que se vende en una tienda departamental de la capital.
Explica que en un mundo en el que se apela por la igualdad de género y el alto al acoso, ella también pone de su parte.
“El concepto de mujer ha cambiado de buena manera. Las mujeres hoy nos vemos como compañeras, mis hijas son mi equipo, al igual que mis amigas. En Flower Beauty trabajamos más mujeres, mujeres fuertes e independientes que tienen un empleo y trabajan duro”.
A sus 43 años, Barrymore es una veterana del cine y ahora va por su faceta empresarial, una que dice, espera expandir y con ello no sólo crear más fuentes de trabajo para mujeres, sino también demostrar que nunca es tarde para probar cosas nuevas y diferentes.