"Es literalmente imposible ser mujer", dice Gloria, el personaje de America Ferrera, en el que es quizá el momento más duro de la película "Barbie".
La cinta que llegó a salas de cine este fin de semana ha acaparado miradas en todos los sentidos: se convirtió en el mejor estreno del año, el trabajo actoral de sus protagonistas Margot Robbie (Barbie) y Ryan Gosling (Ken) ha sido aplaudido y ya desató un debate en redes entre quienes apoyan el proyecto dirigido por Greta Gerwig y quienes lo consideran "demasiado feminista".
"Barbie" toma la máxima representación del estereotipo femenino, la muñeca Barbie, para hacer una reflexión y crítica sobre el peso que implica ser mujer con todas las exigencias que pone la sociedad sobre las mujeres, y cómo a la vez el patriarcado también ha puesto un gran peso sobre los hombres.
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Entretenida de principio a fin, la cinta de Gerwig (quien escribió el guión junto a su esposo Noah Baumbach) contrasta el rosa pastel (y el rosa mexicano capturado por el director de fotografía Rodrigo Prieto) con una serie de comentarios inteligentes que se burlan de las ridículas exigencias que experimenta la mujer: que si tener celulitis es malo, que si el ser emocionales invalida tu inteligencia o cómo las posiciones de poder son en su mayoría de los hombres (con una cachetada con guante blanco, de paso, para Mattel, al poner a un grupo de ejecutivos, todos hombres, como los que están a cargo de un juguete que se supone representa a las mujeres).
En la historia vemos cómo Barbie (Margot Robbie) hace un viaje de Barbieland al Mundo real luego de que empieza a "descomponerse" dejando de lucir perfecta; es ahí donde descubre que las cosas no son como todos creen en Barbieland: las Barbies no son el mejor ejemplo de lo que es ser mujer y no se les considera las salvadoras del mundo y existe algo llamado patriarcado, idea que en un inicio será atractiva para Ken (Ryan Gosling), quien, al contrario de Barbie, se da cuenta de que los Ken pueden controlar a las Barbies así como en el mundo real sucede.
Pero a los muñecos se suma un personaje que resulta de gran ayuda en su jornada y ese es el de la actriz America Ferrera quien es Gloria, una trabajadora de Mattel y la dueña de la Barbie que representa Margot Robbie.
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En el punto de quiebre del filme, cuando Barbieland ya está dominada por los hombres y las demás Barbies se han convertido en casi sus sirvientas, Gloria le hace ver a las Barbies lo dura e injusta que puede ser la vida por el simple hecho de ser mujer y que por difícil que parezca valen y mucho:
"Eres muy hermosa y muy inteligente y me parte el alma que creas no ser suficientemente buena, como si tuviéramos que ser siempre extraordinarias, pero de algún modo siempre 'lo estamos haciendo mal'", comienza el diálogo de Gloria quien además señala las exigencias de tener que ser delgadas, pero no tanto, líderes, pero no tan duras, madres, profesionistas, cuidadoras y responsables de los hombres, bonitas, pero no tanto, todo a la vez:
"No debes envejecer nunca; nunca ser grosera; nunca presumir; nunca ser egoísta; nunca tropezar; nunca fracasar o demostrar miedo; y, por supuesto, nunca debes ser impertinente. Es muy difícil, es demasiado contradictorio y nadie te da una medalla ni te dice gracias... y resulta, de hecho, que no sólo estás haciendo todo mal, sino que, además, todo lo que pasa es tu culpa", dice Gloria.
"Ya me cansé de verme a mí misma y a cada una de las mujeres haciendo hasta lo imposible para que los demás nos quieran", finaliza el monólogo de la cinta que en su estreno ha pintado los cines de rosa gracias a la ola de fans que, además, la han convertido en el mayor éxito en taquilla para una directora mujer.
¿Que si es "demasiado" feminista? Bueno, para una industria llena de bluckbusters protagonizados y dirigidos por hombres (tan sólo en este año hemos tenido una nueva "Misión imposible" y "John Wick"), se agradece una perspectiva diferente, un poco de rosa y una película que es un éxito en taquilla protagonizada por una mujer.
melc