Hombres y mujeres con el sombrero bien puesto, algunos luciendo bigote, y las mujeres hasta botas con tacones altos, así fue llegando el público, algunos en automóviles costosos, otros a pie, y al final más de 22 mil asistentes se dieron cita en la Arena Ciudad de México para disfrutar el concierto de La Banda El Recodo.
Una vez que todo estuvo en su lugar, El Recodo, "de meritito Sinaloa", salió al escenario luciendo trajes azules con vivos en blanco, y bastó un solo "¡uuui¡" para provocar la bulla del público.
Pese a lo empinado de las gradas, y el poco espacio existente entre una fila y su subsecuente, la gente se paró a bailar desde el primer tema hasta el último.
Pero la noche estuvo enmarcada por dos popurrís dedicados a las últimas figuras de la música mexicana que han fallecido.
Primero, Vicente Fernández fue recordado con temas como "El rey", "Bohemio de afición", y "No me sé rajar", canciones que el "Charro de Huentitán" convirtió en icónos de su discografía.
Al finalizar el momento emotivo recordando a Vicente, El Recodo continuó con temas característicos de su trayectoria como "Lo mejor de mi vida", "Me gusta todo de ti", o "Pena tras Pena".
Con cada canción, hubo un momento de silencio de los instrumentos de viento para escuchar cómo de forma envolvente coreaba todo su público.
Y llegó el segundo y último homenaje, para el Príncipe de la Canción, José José, interpretando canciones como "Almohada", "El amar y el querer", "El triste", entre otras.
Con coreografías precisas, la banda continuó bailando hasta el final, mientras algunos en el público embriagados o no, tomaron con fueza a su pareja de la cintura, y siguieron el baile hasta la última nota.
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