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Septiembre de 1971, Avándaro. El grupo Los Dugs Dugs tiene problemas con el audio y el público muestra cierta molestia. Sobre el escenario, los dos cerebros del concierto más emblemático en la historia de México están tratando de resolver los inconvenientes de una jornada musical que se les salió de las manos.
Mientras, Eduardo El Negro López Negrete (Alejandro Speitzer) pregunta por qué la gente no se va para poder comenzar las carreras de autos. Justino Compeán (Emiliano Zurita), en tanto, de pronto ve cómo llegan al lugar entre 200 mil y 300 mil personas que no esperaba.
El filme se basa en el evento rockero efectuado tan sólo a tres meses del Halconazo, que reprimió una marcha en el Casco de Santo Tomás, cuyo reporte marca que hubo varios borrachos e intoxicados, una amenaza de aborto y piquetes de mosquito.
La aventura para realizar el concierto en el cual participaron una veintena de bandas está siendo retratada en la película "Autos, mota y rocanrol", en tono de comedia y algo de thriller.
“Son unos antihéroes, es la historia de dos amigos que, sin saberlo, crean algo histórico”, dice José Manuel Cravioto, director del filme falso documental.
Speitzer y Zurita lucen peinado y ropa de la época. Ayer iniciaron el rodaje, en un foro de los Estudios Churubusco, del concierto que desde los primeros minutos se ve, no terminará bien.
“El Negro fue el loco que tenía la idea de traer de nueva cuenta al automovilismo en México e invita a uno de sus mejores amigos, que era Justino y él es quien propone que haya música”, dice Speitzer durante un receso.
“Justino ni sabía de música, de hecho intentó contactar algunas bandas para amenizar las carreras, pero nadie le hacía caso”, indica por su parte Zurita.
"Autos, mota y rocanrol" está basado principalmente en las memorias de Compeán, pero cuenta con el apoyo de la familia de López Negrete.
“Justino dice que eso lo logró porque era bueno para el bisne, pero imagina que en nuestra ficción se venden 25 mil boletos y llegan muchos más. Un chavo de 30 años —edad que tenían los organizadores— diría qué padre, pero también el personaje es de ‘qué hago (porque) se están cayendo las torres, hay mucha gente, viene la militar’. Es chistoso porque es absurdo lo que pasó y como buen mexicano nos reímos de la desgracia”, agrega Zurita.
Una escena que conformará la cinta es contada por Cravioto, para ejemplificar lo que experimentaron los dos emprendedores considerados de la clase alta.
“Justino va a platicar con las bandas y uno se da cuenta de que no sabe de rock y entonces le recomienda a Angélica María, entonces Justino le dice que le dé el contacto. Realmente eran chavos que estaban fuera de todo esto, no sabían nada del rock chicano”, comenta Cravioto.
“Una de las cosas que da más risa es el parte médico, en donde las autoridades le achacan cientos de cosas a estos dos chavos a fin de afectar su reputación, cuando realmente no querían hacer lo que terminó siendo”.
Experto en la historia mexicana
El director es especializado en hechos históricos modernos: su ópera prima fue "Mexican gangster", sobre el asaltabancos Ríos Galeana; siguió con "Olimpia", filme que abordaba los días previos a la noche de Tlatelolco, y "Corazonada", sobre la estafa a la Lotería Nacional en 2012.
"Autos, mota y rocancarol" se mezclará con material de stock de la época y el concierto en poder de la Filmoteca de la UNAM.
“Se ha hecho casi toda en la Ciudad de México, con cosas en la Marquesa (Toluca) que cuenta con la topografía y el clima de Avándaro”, apunta Cravioto.
En la película también actúan Ianis Guerrero, Ruy Senderos, Juan Pablo de Santiago, Luis Curiel, Enrique Arrizon, Alex Fernández y Fran Hevia.
La producción corre a cargo de Pirexia Films en asociación con Índice Música, contando con los beneficios del Eficine.