El objetivo compartido de Eduardo Verástegui, Alejandro Monteverde, Jim Caviezel y Tim Ballard al crear la película Sonido de libertad era arrojar luz sobre la problemática de la trata de menores.
Así que, para estos creadores, el considerable éxito de la cinta en Estados Unidos —donde ha recaudado cerca de 189 millones de dólares desde su debut el pasado 4 de julio, superando incluso a grandes éxitos de taquilla como Indiana Jones y Misión Imposible— no debería valorarse únicamente en términos monetarios.
“Siempre me dijeron que no era una temática comercial, yo sabía que era un riesgo para mí explorar esta temática, pero tenía la convicción de que no podía rechazar el llamado a exponer un tema tan importante que es la trata de infantes”, comenta Monteverde, director de la película.
El filme, que ha causado impacto y generado un diálogo crucial en Estados Unidos, finalmente se estrena hoy en cines de México.
Tanto Monteverde, el director, como Eduardo Verástegui, quien funge como productor de la película, concuerdan en que el éxito alcanzado por esta producción independiente, respaldada por Angel Studios, es “irreal”.
Lee también: Eduardo Verástegui explota contra reportero en plena entrevista: "Eres ignorante, eres mentiroso"
Subrayan que esto no podría haber sucedido sin el efecto “boca a boca” impulsado por el público, lo que refleja la importancia de atreverse a contar historias que no necesariamente se ajusten a moldes comerciales.
“Este problema sucede en todos lados, en todos los sectores, en el sector político, en el sector religioso, en el empresarial, en las casas sucede, está por todos lados y, si no hacemos algo ahora todos, el dolor de estos niños tarde o temprano nos va a salpicar a todos. La esperanza está en que hay mucha gente que está haciendo algo”, dice el actor mexicano.
La trama sigue a Tim Ballard en su misión de rescate centrada en Roberto, un padre de escasos recursos cuyos hijos son capturados después de asistir a un falso programa de talentos.
El filme ha ganado el respaldo de figuras prominentes como el expresidente Donald Trump, el papa Francisco y el psicólogo Jordan Peterson, pero también ha suscitado críticas que lo señalan como parte de una supuesta agenda política e ideológica.
“Ha habido muchos ataques, son pedradas que duelen, pero la audiencia salió a defendernos, a aclarar y demostrar cómo los conmovió; los ataques nos hicieron aún más fuertes y la audiencia se convirtió en nuestros espectaculares, cuando no teníamos presupuesto”, asegura Monteverde.