Rodeado de Suburban color negro, cuando se estacionó la caravana que lo acompañaba descendió un equipo de decenas de personas que lo custodiaron hasta que entró al edificio donde se iba a preparar para entrar al escenario.

“El concierto más importante de mi vida, te lo puedo asegurar después de 6,7 años de cantar, lo vamos a disfrutar vamos a dar todo”, se escuchó en un audio que se reprodujo en el audio del Estadio GNP, que Natanael nombró, sin embargo como Foro Sol, antiguo nombre del recinto, desde ese momento dio cuenta que iba a hacer lo que quisiera durante la noche.

Incluso, patrullas acompañaron al exponente de corridos tumbados que está actualmente vinculado a proceso por el delito de cohecho, lo cual no evitó que estuviera protegido de principio a fin, y también cobijado por su público que 10 minutos antes de comenzar el concierto ya había llenado el Estadio GNP.

Luego de una larga espera el “Nata, Nata, Nata”, por parte de los 65 mil espectadores que se dieron cita este viernes se hizo sentir, y fue cuando finalmente el cantante de corridos tumbados salió a la tarima entre cactus y una escenografía que emulaba a un desierto, encima de él , en lo alto del escenario un sol ardiente provocado con un reflector donde se proyectaba la imagen del astro.

“El F”, y “Selfies”, fueron las dos primeras canciones que interpretó casi inmediatamente una de la otra, pero solo bastó el grito “Eaaaa”, para que todo el público se entregará con un grito eufórico.

Cano prometió una noche con invitados, como Belinda, PP y Gabito Ballesteros.
Foto: de Carlos Mejía. El Universal
Cano prometió una noche con invitados, como Belinda, PP y Gabito Ballesteros. Foto: de Carlos Mejía. El Universal

Hace un año el cantante se presentó en el escenario del Festival Arre rodeado por guardaespaldas y una persona que cargaba siempre junto a él un tanque de oxígeno para que el cantante pudiera respirar, pero esta noche en el Estadio GNP se le notó físicamente mejor, y corriendo por toda la tarima a su ritmo, sin ser perseguido por dos custodios que le doblen la estatura.

Una gorra de béisbol le cubrió la larga cabellera y un atuendo deportivo al estilo de los años 80, con cadenas macizas de oro y diamantes del cuello acompañaron a Natanael en el inicio de su show.

“Codeína”, uno de sus más grandes éxitos fue el tercer tema que cantó el sonorense, y aunque el audio y las pantallas fueron de las mismas dimensiones del estadio, grandes y potentes, el grito y coreo del público superó al del artista que no dejó la fiesta atrás aunque enfrente un juicio, pues no soltó el típico vaso desechable de fiestas mexicanas color rojo.

Playeras, banderas y demás regalos volaron desde el público hasta la pasarela que conectaba la tarima con la zona de pie del estadio, y una de esas prendas alcanzó a Natanael directo en la cara, pero ni eso lo detuvo, y tampoco despreció el obsequio, lo tomó y lo agitó mientras cantaba igual de fuerte.

“Que no les digan que no se puede no, salí de abajo y aquí estoy”, coreó con orgullo Natanael en el tema “Mi nuevo yo”, y lleno de pasión, cerrando los ojos junto a su público, secaba el sudor que ya comenzaba a verse en su rostro, pues no paraba de cantar, una canción tras otra.

“Si se la saben la cantan, y bien jalados”, continúo en medio del fuego cantando brincando, mientras los miembros de su grupo musical entraron junto a él a la tarima principal, con atuendos uniformados que simulaban un escuadrón de seguridad que protegía a Natanael en el escenario, aunque el en sus letras hablaba de andar solo con confianza y sin miedo por la vida, y que incluso se metería con el diablo si fuera necesario en el tema “El diablo”.

Natanael Cano en el Estadio GNP. Foto: Carlos Mejía/EL UNIVERSAL.
Natanael Cano en el Estadio GNP. Foto: Carlos Mejía/EL UNIVERSAL.

La tuba entró al ritmo del grito nuevamente de “Nata, Nata”, para cantar “Toro encantado”, y “El Karma”, mientras decía salud y se seguía divirtiendo, aunque por su rostro se notaba concentrado, serio, sin demostrar más que en sus letras y sacudiendo su brazo como si tocara la guitarra, mientras el bajo sextos hacia riffs igual de veloces que los de un metalero.

Un vez que se asentó, se relajó mucho más, miraba con más atención al público, se reía, se sorprendía, abría los ojos, y mostraba los dientes en una sonrisa grande, bailó y dijo “Pásame la botella”, acto seguido un miembro de su equipo se acercó con un nuevo vaso, del que Natanael siguió bebiendo, viendo que entre el público el humo emanaba.

Así mucho más relajado, gritando, y diciendo salud continuó Natanael, dedicando una sección a cantar covers de Ariel Camacho, y una más a covers de otras canciones rancheras como “Pídeme la luna”, o “Ya te olvidé”, hasta un tema que se ha convertido en un clásico se sus interpretaciones “O me voy o te vas”, original de Marco Antonio Solis.

“Me estoy desmayando no estás viendo cabrón”, bromeó Natanael mientras tomaba un descanso, entre la oscuridad del escenario, pero cuando las luces se encendieron encendió un cigarro aunque estaba perdiendo el aire y se puso a fumar. Cantó junto a la Nueva H los primeros invitados de la noche y comenzó a cantar “Más Altas que bajadas”.

Cuando sonó “Ch y la pizza”, uno de los principales narcocorridos que ha lanzado en su carrera Natanael Cano, el público recibió el tema lanzando cerveza y haciendo la fiesta como con ninguna otra canción durante la noche, y aún cuando es un tema dedicado al Chapo Guzmán fue transmitido por Disney +.

Para entonces Natanael ya traía consigo la botella de tequila en la mano y comenzó a repartir tragos a los fans que alcanzaba desde el escenario, fue ahí cuando los principales invitados de la noche aparecieron.

canción que grabaron juntos. Natanael se mostró feliz y “encantado”, por compartir el escenario con la popera.

Natanael Cano, fascinado con Belinda en el Estadio GNP.
Natanael Cano, fascinado con Belinda en el Estadio GNP.

Pero para finalizar regresó a su ambiente, corridos tumbados, cortesía de Gabito Ballesteros y Peso Pluma, que acompañaron a Natanael hasta el final del concierto con temas como “AMG” , y “Pacas de Billetes”, el show cerró con un espectáculo de fuegos artificiales y Natanael brincando para dejar atrás su primer concierto en un estadio de la capital.

rad

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