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Nueva York.—La actriz Ashley Judd, una de las primeras mujeres que acusaron al productor Harvey Weinstein de acoso sexual, sigue la lucha feminista que amplificó el movimiento MeToo y, pese a los contratiempos, no cejará en su batalla judicial contra el empresario del cine.
“La demanda en la que estamos es para todos y se ha estado hablando sobre si la parte del acoso sexual se ha desestimado o no: en realidad va a ser escuchada por la corte de apelaciones del noveno circuito”, dijo Judd, que en enero vio desestimada la acusación referida al delito de acoso.
La intérprete inauguró la segunda jornada de la cumbre Women in the world junto a otras activistas defensoras de la igualdad y los derechos de las mujeres, y participó en un debate sobre las victorias y derrotas del feminismo.