Decenas de niños y niñas entran a un amplio e iluminado lugar de 7 mil 500 metros cuadrados, un poco más grande que una cancha de futbol soccer. Todos curiosean en diferentes stands dedicados enteramente a ellos.
Hay colores divertidos, incluidos los de sillones tipo puff que se hallan frente a pantallas y estrados. Todo es alucinante si tienes menos de 12 años: como el sitio para aprender a hacer doblajes, o el salón de clases tan blanco que parece salido de un dibujo animado; ni qué decir del amplio espacio con sillitas tipo jardín de niños y su área de juguetes dedicada para los que apenas y saben caminar.
Sin embargo, el centro de todo ese gran espacio no son sólo son los infantes, sino el cine dedicado a ellos, no sólo el que les divierte, sino el que les pueda ayudar a entender el mundo y sus contrariedades, uno de los principales objetivos del Sharjah International Film Festival for Children and Youth, en Emiratos Árabes, que se lleva a cabo esta semana.
El evento presenta 95 películas para los infantes 43 países, pero no sólo esto. Los salones incluyen 34 talleres en los que aprenden a hacer desde un video básico, hasta aprender a mirar los simbolismos en las películas, o dirigir una de manera sencilla, así plasmar sus ideas en un guión.
De hecho, 25 pequeños también serán considerados como parte del jurado final que elegirá a la mejor cinta de este año.
Sharjah International Film Festival for Children and Youth.
“El cine es un arte prestigioso que amplía el intelecto de los espectadores, nutre la imaginación y eleva el pensamiento crítico y creativo”, dijo para la inauguración la jaquesa Sheikha Jawaher bint Abdullah Al Qasimi, mecenas del festival, para quien los proyectos fílmicos en las infancias deberían de tomarse más enserio pues estos aumentan la conciencia sobre problemáticas que afectan a la humanidad.
Esto se ha abordado bien en las primeras de 8 pláticas que de realizarán con artistas y representantes de la industria, que abordan temas sensibles como la historia de refugiados, las manifestaciones cinematográficas de Palestina y otros más relativos a la industria como ¿Quién compraría una película?
La primera charla se realizó el martes con la artista siria Rasha Rizq, quien habló con los niños sobre la importaba de contar las tantas historias ancestrales que tiene el mundo árabe, que encuentran en la animación una salida formidable. Lo hizo también el actor local Ahmed Mal Allah, que invitó a los actores a responsabilizarse con las infancias, incluso desde sus redes sociales, pues son factores de cambio.
Sharjah International Film Festival for Children and Youth.
En eso coincidió el realizador británico Marc Munden, quien presentó por la noche su cinta "El jardín secreto", un filme basado en el clásico de 1910, que aborda la historia de una niña huérfana que halla un jardín en donde escapa de su realidad.
“Me encanta que el cine se siga promoviendo en los niños, esta forma de arte persistirá, los niños son consumidores de historias y debemos acercárselas a ellos”, dijo a EL UNIVERSAL. “Ahora les asusta que los pequeños crezcan en un mundo con TikTok, pero todas esas formas representan algo de su realidad. Es algo que los cineastas deberían entender”.
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La directora del festival, Rasta Rizq, destacó también la importancia de asumir la responsabilidad por los valores que tendrán las infancias en un futuro en el que tendrán que enfrentar nuevos retos, que no podemos visualizar del todo.
“Las artes son pilares clave de las políticas que tienen como objetivo elevar a las personas e impulsar sus logros artísticos y su legado cultural. También es una herramienta esencial para entender los problemas ambientales y crear conciencia sobre la importancia de proteger nuestro planeta”, afirmó.
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