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janet.merida@eluniversal.com.mx
Muy bien acompañados llegaron Los Arctic Monkeys al Foro Sol de la Ciudad de México y sus 65 mil fanáticos lo agradecieron. Antes de que los músicos británicos aparecieran en el escenario todos ya habían enloquecido con Miles Kane y The Hives.
Pelle Almqvist, vocalista de The Hives, interactuó con el público y habló en español durante su participación de alrededor de 40 minutos.
“Ok, está muy bien, ¿o no? ¿La música es buena? ¡Es fantástica, magnífica, espléndida, ¿no hay problema?, ¿todo bien?”, decía el músico y siempre había gritos de respuesta.
Cantaron temas como “I’m alive” y “Go right ahead”.
“¡Mis amigos mexicanos, adiós!”, dijo Pelle –igual en español– antes de despedirse cantando “Tick tick boom”.
Se encendieron las luces del lugar, los músicos se fueron y la gente aprovechó para platicar, comprar cerveza, tomar un respiro y, de vez en cuando, cantar con la música de fondo, como esa de John Lennon que todos corearon: “Don’t let me down”.
De pronto se hizo un bullicio en las gradas en forma de U, era una ola que comenzó pero que ya andaba paseándose de un lado a otro; la gente, atenta, cachaba el momento en que debía alzar los brazos y pararse tantito del asiento para contribuir a la magia. De un momento a otro el lugar se quedó a oscuras y un parpadeo de luz roja, como una alerta, alumbró y sonó en el escenario con un “tic, tic, tic” hasta que aparecieron ellos, los Arctic Monkeys, entre otra ola pero ahora de aplausos y gritos.
La banda de rock, integrada por Alex Turner, Matt Helders, Jamie Cook, Nick O'Malley, Andy Nicholson y Glyn Jones comenzó su concierto con “Do I wanna know”.
“¡Hola, cómo estás México!”, dijo el vocalista al terminar la canción y apenas estaba contestando la gente cuando sonó “Brianstorm”.
Las gradas, temblando, sostenían a los miles de enloquecidos que brincaban y alzaban los puños, agitando la cabeza de un lado a otro.
“Snap” y “Don’t sit down” le siguieron a esa primera parte del show en la selva de asfalto.
“Dancing shoes” y “Teddy Picker” estuvieron en el setlist de la banda británica, al igual que “High”.
Los que tenían un poco de espacio alrededor de ellos aprovechaban para moverse con soltura.
En “Cornerstone”, la gente también enloqueció pero de otra manera, porque la canción es un tanto tranquila; “505” fue coreada por todos en la oscuridad bajo una noche apasible, sin frío ni calor, ideal para cantar, bailar, gritar y brindar con los músicos ingleses que se veían pequeños en el escenario (para la dimensión del foro), pero que demostraban su grandeza en cada pieza, en cada golpe de música que llegaba al pecho y se expandía por todo el cuerpo.
“Tranquility” y “Crying lightning” también fueron parte del repertorio de la agrupación surgida en 2002.
Antes de hacer parada en el Foro Sol, la banda se sumó al cartel del Festival Pa’l Norte.
Desde su ascenso al éxito con el disco Whatever people say I am, that’s what I’m not, demostró que había llegado a la escena musical para quedarse. Hoy los músicos confirman con sus conciertos capaces de reunir a 65 mil almas en un solo lugar.
“Muchas gracias, México, son muy amables, ha sido un placer”, externó Alex Turner, su vocalista durante un dominado concierto.
“Pretty visitors” y “Four out of five”, que forma parte de su más reciente álbum Tranquility base Hotel & Casino, fueron parte de la recta final del concierto.
Luego los músicos amenazaron con el fin del concierto pero tras una pausa volvieron para cantar “Star treatment”, “Arabella” y “R U mine” y despedirse definitivamente de la Ciudad de México.