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El baterista mexicano Antonio Sánchez recuerda cómo fue trabajar con Alejandro González Iñárritu musicalizando la película Birdman, que en 2015 ganó un premio Grammy como Mejor banda sonora.
“Iñárritu me dejó hacer lo que hago mejor que es improvisar… Yo nada más hice varias tomas de cada cosa”, comenta en entrevista.
“Lo mejor fue que dejó que yo fluyera y luego lo puso en las escenas de la manera que pensaba iban a contar mejor la historia”.
Ahora, a sus 47 años, Antonio lidera Migration Band, una agrupación compuesta por cinco migrantes que ven en la música la oportunidad de compartir al mundo su propia idea de concientización.
“Yo soy un migrante, me fui de México a los 21 años a estudiar música, a tratar de llevar a cabo mi sueño, que era tocar con los mejores músicos del mundo”.
Antonio recuerda cómo su sueño se comenzó a hacer realidad una tarde cualquiera, cuando al volver de la escuela recibió una llamada de quien entonces era su ídolo, el clarinetista Paquito D´Rivera, para invitarlo a trabajar con él.
“Me gradué y justo en ese momento empecé a tocar con Paquito D'Rivera que, para mí, era un inalcanzable, luego con Danilo Pérez y después comencé a tocar con Pat Metheny y eso fue como pasar a otro nivel”, expresó el baterista, músico y compositor.
El músico interpreta diversos géneros, desde el rock hasta la música clásica, pero sobre todo el jazz, lo que le dio la oportunidad de trabajar con el jazzista estadounidense Pat Metheny, ganador de 20 Grammys y con quien lleva colaborando 17 años.
Antonio, quien no recuerda ya su vida antes de la batería, cuenta que se reunía con sus amigos en su cuarto de ensayo, que aún permanece en su antigua casa y donde guarda con cariño cada una de las baterías que lo han acompañado en su carrera y por medio de las cuales logra expresar sus puntos de vista.
“Cada vez que me siento a la batería es porque quiero comunicar algo, siempre estoy tratando de contar una historia cuando estoy tocando”.
Con su nuevo álbum Lines in the sand, Antonio y Migration Band pretenden generar conciencia acerca de la situación migratoria en Estados Unidos y todo el mundo.
“Tuve una familia que me apoyó emocional y económicamente, entonces, este disco no es sobre gente como yo, aunque yo soy un migrante, este disco es sobre gente que ha tenido que huir de sus hogares por violencia, hambre, guerra y que está tratando sencillamente de buscar una mejor vida”, comentó.
“Actualmente este tipo de migrante está siendo demonizado y politizado por gente poderosa como Donald Trump”, agregó.
El principal mensaje de este disco, de acuerdo con el músico, es crear empatía en una sociedad donde existen distintas realidades paralelas de la situación, por un lado la injusticia y, por otro, la invasión.
“Si la retórica viene de la persona más famosa del mundo (Donald Trump, el presidente de Estados Unidos ) diciendo que los inmigrantes son violadores y son unos buenos para nada, pues entonces en México también se contagia”.