Antes del cinismo, Ted era pura ternura

El oso Ted es, a los ojos del mundo, algo borracho; a veces también es consumidor de drogas y casi siempre grosero. Pero sólo hay una persona que lo conoce de una forma distinta desde que era un peluchito: su mamá.

El famoso juguete se dio a conocer en la película homónima de 2012. En esa historia, a un niño llamado John se le concede el deseo navideño de que su osito cobre vida, pero en la medida que crece junto a su peluche, ambos asumen la vida adulta con una mirada algo satírica y cínica.

A la actriz Alanna Ubach le tocó ver más allá en el personaje, al interpretar a Susan Bennett, madre de John y Ted, en la nueva serie Ted, una precuela de las películas de 2012 y 2015 que se estrena el 16 de febrero por Universal+.

“La única educación que Ted había tenido fue en los programas de televisión, así que era muy importante para él conseguir una educación más formal”, explica la actriz estadounidense en entrevista con EL UNIVERSAL.

Así inicia esta producción que, al estar situada en 1993, busca que los espectadores que vivieron esa época recuerden la manera en la que sortearon su adolescencia y, de paso, rían con situaciones similares que suelen vivirse a esa edad, remarca la actriz.

“Es la época en la que todo era Nirvana, grunge, Tupac Shakur y la moda excéntrica, todo lo que forma parte de ese momento también es muy importante, y navegar en la escuela secundaria en aquel entonces como un oso de peluche parlante suena genial y retador”.

Susan es el núcleo familiar para Ted y John, así que busca dejar a las dos almas jóvenes disfrutar de la etapa que viven, procurando tomar siempre el lado positivo de las cosas.

“Es como un paseo de carnaval, algo muy divertido y nos lleva a reírnos especialmente en este momento en el que es muy importante porque ya de adultos siempre hay mucho tiempo para ser serios y muy poco para divertirse”, considera la actriz.

Ubach basó su personaje en una profesora de catecismo de su propia adolescencia que le transmitía esa energía necesaria para asumir los retos de esa etapa, por lo que ahora quiere que con los consejos que dará su personaje, los jóvenes puedan sentirse esperanzados y los adultos, acompañados.

“La hermana Mary (la religiosa en la que basa su personaje) era como una nana muy pura y dulce; ella siempre podía hacer que las cosas se vieran bien y aprender a encontrar lo bueno en cualquier tipo de mal, así que pensé que tenía que basar este personaje en ella”.

El oso Ted es, a los ojos del mundo, algo borracho; a veces también es consumidor de drogas y casi siempre grosero.

Hacen que Ted “cobre” vida

En 2012, Ted innovó en los efectos de animación al ser un personaje generado por computadora que interactuaba como nunca con un entorno de acción en vivo.

Los actores de la serie retomaron algunas de esas técnicas en el set, como interactuar con un soporte especial que sólo poseía los ojos del personaje como apoyo en sus líneas de visión.

“Ted tenía pequeños dispositivos de subtítulos en movimiento atrapados en él y capturaron todas sus gesticulaciones, movimientos y expresiones y luego lo superpusieron detrás de este, generando un oso animado”, detalla.

Sin embargo, cuenta Alanna que el trabajo no quedó ahí: “Después, nos dieron nuestro propio oso para llevarnos a casa y practicar, así que pude ‘ver’ lo pequeño que Ted era en persona; descubrí que es chiquito, está justo por encima de mis rodillas”.

A lo largo de siete capítulos, esta historia tratará de reivindicar la mala fama del cínico oso, revelando de forma orgánica su pasado junto a John (que en las cintas, ya de adulto, es interpretado por Mark Wahlberg).

“Ted es un osito de puro corazón”, dice la actriz en tono maternal, como si este estuviera vivo.

“Sí es verdad que es cochino y grosero, pero tiene un corazón grande, gigante, y para él es muy importante la amistad, obviamente, florece y florece en lo que conocíamos en las películas, pero acá podemos ver dónde comenzó todo”, destaca la actriz.