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“Menos mal que no viví esclavo de las redes sociales porque estaría preso”, expresa Andrés Calamaro al señalar que no le interesa estar a la vanguardia en la tecnología, en la cual se adapta el pop urbano, pero no el rock.
“No tengo idea porque vivo 10 años atrasado con las cuestiones de tecnología y contenidos, sé que hay individuos que ganan dinero como concesionarios en las redes sociales, pero no tengo idea cómo consiguen eso. No tengo nada contra la divulgación y el entretenimiento, y me interesan los asuntos audiovisuales, pero me cansa la actividad digital permanente. No tengo mis aparatos actualizados, no me agrada el concepto nube, pierdo fotos y textos cada vez que cambio de máquina”, comenta a EL UNIVERSAL.
Tampoco, reconoce, le gustó sacarse fotos ni ir a la tv.
“No entiendo el atractivo de sacarse fotos sexy y compartirlas con todo el mundo, eso para un bandido o un infiel es una pésima idea. Menos mal que no viví esclavo de las redes sociales porque estaría preso. Tampoco niego que haya usado la telefonía portátil para reforzar mi construcción amoral. Pero derretimos imperios con los vetustos teléfonos analógicos y públicos”, expresa el artista argentino.
Hace algunos años, su paso por las bandas Los Abuelos de la Nada y Los Rodríguez y sus éxitos como solista como “Flaca”, “Aunque no sea conmigo”, “Te quiero igual” y muchos más, consagraron al reconocido ícono del rock en la escena musical.
Era un mundo en donde en el pasado lo analógico predominaba, los discos eran parte fundamental de un artista de rock, explica, pero las plataformas han terminado con ellos y tras una pantalla se vive una mentira.
“Hace 20 años casi no se venden más discos, pero cumplí 17 años grabando un disco. Soy rockero y músico de rock, no entiendo la vida sin discos. Ver la vida a través de una pantalla es otro problema que no tiene nada que ver con los músicos ni con el rock. Se abona el mal entendido, la ingenuidad y el cinismo, se miente mucho más. Es la virtud inversa”, considera.
Vivimos en una época ajena al rock, señala, pero a pesar de todo en toda su trayectoria artística ha aceptado las cosas como son y con un gran deseo y esfuerzo sigue adelante.
Por ahora el cantante promueve “Mil horas”, su nueva colaboración con la Sonora Dinamita, un sencillo de su autoría que se ha convertido en una pieza musical que ha hecho bailar a varias generaciones.
El tema es parte del álbum Transformando la cumbia, ya está disponible en formato físico CD+DVD y edición digital.