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La actriz Ana Layevska quien está por estrenar la serie de Azteca “Dra. Lucía” afirmó que recuerda con mucho cariño a su amiga Anahí, de quien descartó existiera algún tipo de rivalidad cuando trabajaron juntas en la telenovela “Primer amor… a mil x hora”.
“He tenido mucha suerte por tener grandes compañeros y compañeras, así envidia franca nunca he sentido, comentarios raros, constantemente”, señaló la artista de 41 años en el Foro 8 de Azteca Estudios en donde fue la presentación de dicho programa de ficción.
“Anahí y yo nos llevamos muy bien, fue de esas protagonistas que me enseñaron que la rivalidad puede ser un mito”, agregó durante un encuentro con los medios de comunicación.
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“Trato de llevar mi edad dignamente”
Ser una celebridad implica vivir constantemente con la presión de siempre verte bien, recalcó la estrella de televisión quien no ocultó que ha recurrido a tratamientos para verse cada vez mejor.
“Siempre existe una presión por verte bien, eso es inevitable, en nuestro medio pasa más, yo trato de llevar mi edad dignamente, no puedo negar que sí recurro a ciertas cosas para verme mejor, sí trato de hasta cierto punto mejorar mi apariencia pero sin caer en excesos, porque es parte de mi trabajo”.
En “Dra. Lucía”, que se estrenará el próximo 2 de octubre a las 19:30 horas por Azteca Uno compartirá créditos con Kuno Becker, Marimar Vega, Mauricio Islas, Christian de la Fuente, entre otros.
Se trata de una serie de drama médico que estará ambientado en la sala de urgencias médico quirúrgicas del Hospital Matilde Montoya en donde se contarán historias relacionadas a la salud, vida, muerte, sensibilidad, y amor.
Durante esta producción dirigida por Carlos Carrera y Raúl Caballero dará vida a la doctora Mariana, quien es muy competitiva; con esta capacidad humana se identifica en la vida real y que lo relaciona cuando de niña tocaba un instrumento y deseaba ser la mejor.
“Tuve una infancia muy competitiva, tengo que aceptarlo, estudié violín a lo largo de los años, el exponerme constantemente en recitales enfrente de mis compañeros, que eran parte de mi estudio todos los días, cada dos semanas hacía un recital.
“El hecho de ver tocar un instrumento mejor que tú, sí era complicado, la competencia es dura”.
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