Alicia Villarreal y Cruz Martínez comenzaron su historia de amor en los primeros años de los 2000, en un contexto marcado por la fama de ambos, que llevo a su relación a estar ante la opinión pública desde el inicio.
Alicia, consolidada en el regional mexicano, y Cruz, productor e integrante de Kumbia Kings, formaron una pareja que unió sus vidas, pero también carreras, pues está relación sentimental dio pie a distintas colaboraciones a nivel profesional siendo la obra “Orgullo de mujer”, el trabajo más reconocido de la dupla.
Se casaron en 2003, y su relación se convirtió en una de las más destacadas del mundo del espectáculo mexicano. Durante más de dos décadas, formaron una familia con dos hijos, viviendo entre escenarios, giras y proyectos personales, alternando su vida familiar. Sin embargo, como en muchas relaciones, las tensiones crecieron con el tiempo.
A pesar de los esfuerzos por mantener la estabilidad, los problemas comenzaron a ser visibles en los últimos años. Alicia en varias ocasiones declaró que equilibrar su vida como artista, esposa y madre había sido complicado. Pero fue hasta este 2024, que la pareja decidió tomarse un tiempo para reflexionar sobre su relación, pero finalmente el divorcio fue confirmado en septiembre durante una conferencia de prensa de Alicia.
El fin de su matrimonio, según la cantante de regional mexicano, no fue una decisión sencilla, Villareal explicó que su prioridad siempre ha sido el bienestar de sus hijos. En sus declaraciones a la prensa la cantante mencionó que tomó la separación como una oportunidad para replantear su vida personal y profesional, buscando transmitir fortaleza a su familia, especialmente a su hija Melenie Carmona, y reconectar con su público.
Su forma de hacerlo fue el anuncio de un regreso especial a los escenarios con un concierto en el Auditorio Nacional, programado para marzo de 2025, donde además presentará un nuevo disco. Esta producción tiene un significado especial para ella, ya que es la primera vez que trabaja como productora en solitario.
“Es una forma de seguir adelante”, expresó Alicia sobre su retorno, destacando que la música y el apoyo del público son fundamentales en su proceso de sanación. Además, el concierto incluirá momentos acústicos, mariachis e invitados especiales, en un intento por reconectar con su audiencia y reinventarse artísticamente.
Este nuevo capítulo en su carrera representa para Villarreal no solo un reencuentro con la música, sino también una forma de demostrar a sus hijos y a sí misma que puede superar cualquier obstáculo. En sus palabras, “el escenario me hace la vida más ligera”.
Así, el concierto de marzo de 2025 no será solo un evento musical, sino un símbolo de resiliencia y renovación, una forma en la que Alicia Villarreal busca transformar el dolor en arte y volver a brillar ante su público tras el cierre de una importante etapa en su vida.
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