Nuevo México.— Fue una escena digna de una película: al escuchar la decisión de la jueza Mary Marlowe Sommer, el actor Alec Baldwin se desplomó llorando sobre los brazos de su esposa, Hilaria.
Luego de 32 meses, finalmente se sintió liberado de la acusación de homicidio involuntario en el rodaje de la película "Rust", cuando la directora de fotografía, Halyna Hutchins, falleció por una bala durante un ensayo.
El 21 de octubre de 2021, Baldwin estaba practicando una escena en la que sostenía un revólver Colt calibre .45 que disparó una munición real, causando la muerte de Hutchins e hiriendo al director Joel Souza. Desde entonces, el actor se enfrentó al escrutinio.
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Ayer, a cuatro días de iniciado el juicio, con traje oscuro y lentes de pasta, Baldwin escuchó cómo sorpresivamente la justicia estadounidense desestimaba el caso después de que la defensa demostrara que durante el proceso se habían ocultado pruebas decisivas.
La jueza Sommer dijo que la fiscalía había fallado en su labor de “revelar pruebas críticas para el acusado” y que dicha violación había generado un retraso “innecesario” e “incurable” para el juicio, por lo que la única forma de reparar el error era la desestimación total del caso en contra.
Fue el jueves cuando la defensa de Baldwin presentó dicha moción para anular el juicio, argumentando que el estado había escondido un set de balas entregado a las autoridades más de dos años después del caso, una evidencia potencialmente clave para esclarecer las responsabilidades en la muerte de Halyna Hutchins.
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Según uno de los abogados del actor, Alex Spiro, las balas fueron recibidas por la perita forense Marissa Poppell de manos de un expolicía y clasificadas fuera del expediente del caso, sin ser remitidas al FBI para exámenes.
Durante un dramático día de interrogatorios con investigadores y personas relacionadas con la pericia, surgieron dudas sobre el manejo de dicha evidencia y la parcialidad de la fiscal Kari Morrissey. “La retención voluntaria de esta información por parte de la fiscalía fue intencionada y deliberada”, dijo la jueza Sommer.
“Si esta conducta no alcanza el nivel de mala fe, ciertamente se acerca tanto a la mala fe como para mostrar indicios de un perjuicio flagrante”, añadió.
La narrativa de la defensa de Baldwin durante los dos primeros días de juicio fue que la policía no investigó exhaustivamente el caso y se apresuró en centrarse en Baldwin. Este viernes, Spiro sostuvo que los investigadores “enterraron” las evidencias. “Fue un plan perfecto”, dijo el abogado.
Spiro infirió que la destrucción del arma y la supresión de evidencias fueron intencionales para perjudicar a su cliente.
En medio de la moción, Poppell fue llamada de vuelta a la corte ayer, ahora con las balas para ser examinadas por la jueza Sommer, así como por la Fiscalía y la defensa, que pidieron incluirlas como evidencia del caso. Días antes, había declarado que estas balas fueron clasificadas bajo instrucción superior y no fueron enviadas para un análisis adecuado.
Cuestionada sobre el hecho por la fiscal Morrissey, Poppell sostuvo que las balas “no correspondían con la munición real encontrada en el set de Rust”. Esto inicialmente parecía extinguir el punto, pero al ser llamada de nuevo con las balas para un examen más detallado, la defensa insistió en su inclusión como evidencia crucial.
Al conocer el veredicto, la fiscal Morrissey dijo que respetaba la decisión de la magistrada aunque no estaba de acuerdo con ella.
La desestimación del caso fue con prejuicio, lo que significa que Baldwin no puede ser procesado de nuevo por este incidente. Y todavía enfrenta demandas civiles, incluido un caso de Matthew Hutchins, esposo de Hutchins.
La utilización de balas en sets de filmación está estrictamente prohibida bajo las normas de la industria. La defensa de Baldwin había argumentado consistentemente que el actor no apretó el gatillo y que la responsabilidad de las balas reales recae en otros miembros del equipo de producción. Redacción con información de EFE y AFP