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Anduvo por el mundo con siete nombres, pero trascendió con uno: “El Flaco de Oro”. Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, mejor conocido como Agustín Lara o " El Flaco de Oro" , llevó en las manos el don del piano, en los labios el don del canto, y en el alma, una capacidad única para dar forma a canciones que eran verdaderas declaratorias de amor, de tristeza, alegría o poemas sobre la tierra amada.
Hablaba perfectamente francés y hasta compuso canciones en este idioma, y un día, a su casa, llegaron artistas como Edith Piaf, Frank Sinatra y hasta el presidente de Francia, Charles De Gaulle, como refiere la Sociedad de Autores y Compositores. Cuando Nat King Cole se presentó en México, buscó la mano del compositor para darle un beso.
Y si bien Agustín Lara era poseedor de muchas bondades, también lo era de un carácter especial, era duro, algunos refieren que enojón, un hombre que sabía el efecto que causaba su música, su talento, y que un día, posiblemente por celos, estuvo a punto de matar a María Félix de un balazo.
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El artista murió el 6 de noviembre de 1970. Hoy se cumplen 50 años de su partida y el pasado 30 de octubre se cumplieron 120 años del día en el que nació en Tlacotalpan, Veracruz, aunque pronto se mudó a la Ciudad de México.
Compuso alrededor de 700 canciones y boleros, entre ellas “Farolito”, “María Bonita”, “Amor de mis amores”, “Arráncame la vida”, “Granada”, “Noche de ronda” y ”Piensa en mí”, canción que, por cierto, Almodóvar le pidió a Luz Casal que cantara para su película "Tacones Lejanos". En 2018, la cantante recordó ese episodio a EL UNIVERSAL.
“'Piensa en mí' fue un regalo, un regalo por habérmela ofrecido Pedro Almodóvar y segundo, por ser de un autor que yo ya conocía en España. Con esta canción se me abrieron las puertas de muchos países. Pedro me preguntó si le podía prestar la voz y fue una grabación muy rápida, muy intensa pero satisfactoria y el resultado está aquí, han pasado muchos años desde 1991 y ha quedado en la gente. Eso pasa de vez en cuando”.
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, paisana de Lara, también le hizo un homenaje con el disco “Mujer divina, homenaje a Agustín Lara”, donde incluye canciones como “Limosna”, “Mujer Divina”, e “Imposible”, pero lo cierto es que muchos, muchos artistas lo han cantado a lo largo de los años.
El hombre de La Hora Azul, de la XEW
La carrera de Agustín comenzó tocando el piano en prostíbulos y centros nocturnos, y cuando abrió la XEW, en 1930, comenzó a trabajar allí por invitación de Emilio Azcárraga Vidaurreta , donde formó su orquesta “El son de Marabú”.
Dentro de la radiodifusora quedó inmortalizado por su programa “La Hora Azul”, donde dio paso a muchos artistas. Un año después de la fundación de la radiodifusora, Lara también tuvo la fortuna de musicalizar la primera obra cinematográfica sonora en 1931, “Santa”.
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Actualmente en la calle de Ayuntamiento, donde todavía están las instalaciones de la XEW y se graban programas de televisión, se mantiene el piano de Agustín Lara en un cubo protegido por el que pasan famosos, trabajadores y personajes que laboran en el edificio.
El compositor sigue tan presente, que hay testimonios que aseguran que su fantasma se manifiesta en el lugar con el característico olor de su puro, e incluso, hay quienes aseguran haberlo escuchado caminar por esas instalaciones que tanto significaron para él.
Sus romances
Así como han trascendido sus canciones, también lo han hecho sus innumerables romances. Quienes lo conocieron y quienes lo amaron confirman su capacidad de conquistar, pero al mismo tiempo, de saltar de una relación a otra. Rocío Durán, Esther Rivas y María Félix fueron algunas de sus parejas.
Vianey Lárraga, quien también compartió vida con él, señaló en el programa “Noche de boleros” de Canal Once, en 2019.
“Era un hombre que era auténticamente una estrella, un hombre que era un poeta, sabía conquistar. Cuando salíamos le llovían las viejas por ahí (...) Cuando llegaba la noche y estábamos en el lecho de amor era auténticamente una maravilla, era un gran amante”.
Su hijo, del mismo nombre, dijo en otra entrevista con el matutino Venga la Alegría que su padre tuvo “Siete mujeres oficiales, pero no oficiales, todas”, y que “Poeta mata carita”, pues Agustín Lara no tenía el mejor físico, era delgado, poco apuesto , pero bastaba que tocara el piano o que abriera la boca para conquistar.
En una entrevista con EL UNIVERSAL, Agustín dijo sobre su físico.
“Desde que nací mi padre descubrió que era yo muy feo y válgame decir que no exageraba ni mentía, nací feo y lo seguí siendo toda mi vida. Yo creo que Dios me vio tan feo que dijo: A este le vamos a dar un poco de inspiración porque si no le va a ir muy mal en la vida al pobre”.
Sus relaciones, incluso, dejaron huellas físicas, como la que tenía junto a la boca. “Rosa fue la que le cortó la cara”, contó su hijo a Venga la Alegría.
Un amor que por poco acaba en tragedia
Otro de sus amores que también quedó inmortalizado en canción fue el que tuvo con María Félix, a quien le compuso “María Bonita”. El tema dice “Acuérdate de Acapulco María Bonita María del alma”, y es que allí habrían vivido su luna de miel en 1945, pero poco a poco, las discusiones, los celos, y las inseguridades mermaron la relación.
De acuerdo a una publicación en facebook de la Fundación María Félix, subida el 7 de diciembre de 2018, recuerdan este episodio de la siguiente manera.
“En el año de 1947 María Félix por poco y es asesinada de un balazo por Agustín Lara. La mañana que María Félix tenía que grabar las escenas de la película "Río Escondido" cuando llega a Palacio Nacional con el Presidente de la República, ese día se levantó muy temprano a eso de las 4:00 a.m. para ponerse las trenzas falsas que usaba en la película, para recogerlas tenía que pasar por otra recámara y pasar por el cuarto de baño. Agustín Lara, loco de celos, salió de la nada y solo atinó a decirle "Maruca" y disparó el arma que tenía en las manos. María instintivamente se agachó pasando el tiro cerca de la nuca. Por suerte en la planta baja se encontraba su maquillista, evitando así el segundo disparo. Cuando María llegó a Palacio Nacional esa mañana Gabriel Figueroa la noto rara, extraña y con los ojos húmedos, le dijo: Vienes a ver al Presidente de la República, pero no vienes llorando. Mira te daré un premio ¿ves ese candil que está ahí arriba?. Si ya no lloras te pondré de corona y así salió en la película y en las fotografías. Gracias a Gabriel Figueroa María pudo pasar ese trago amargo, uno de los más terribles de su vida”.
Una larga agonía
Fueron 23 días los que Agustín Lara estuvo en coma. El 6 de noviembre de 1970, a las 17:50, murió de un paro cardiorespiratorio por una insuficiencia cardiaca y un enfisema pulmonar crónico, causado por llevar una vida en la que fumaba de manera diaria.
EL UNIVERSAL informó en una nota del 7 de noviembre de ese año.
“Agustín Lara ya solo vive en sus canciones. Unas manos y una inspiración maravillosa que hizo cantar a México entero, fueron arrebatadas ayer, para siempre, por la implacable parca”.
Hubo luto de todos aquellos que amaron sus canciones, que lo oían en la radio, y que lo amaron. Tras su muerte fue homenajeado en el Palacio de Bellas Artes y en el Teatro Jorge Negrete, y después de eso, su música quedó en el corazón del público.
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