Al borde de las lágrimas estuvo Leiva, durante su concierto de anoche en el Teatro Metropolitan; recordó todo lo que vivió en sus inicios.
Leiva nacido y formado musicalmente en Madrid, recordó cómo comenzó a tocar en bares de la ciudad de México, cuando vino a probar suerte desde Madrid, y no dudó en agradecerle a todo aquel que le estiró la mano en su llegada.
Su primera invitada de la noche sería Daniela Spalla quien luego de una más que íntima presentación, puso a cantar junto a Leiva a todo su público.
"Ella fue una de las que me sacó de la mano y me enseñaron los sitios donde tocar, esta canción la escribí en un avión de Miami para acá, y lo primero que pensé fue en llamarla para probar esta canción juntos a los pies de la cama, para mi fue la mecha que prendió mi último disco", expresó Leiva de su acompañante Daniela Spalla.
La segunda en acompañar al cantante fue Ximena Sariñana, aplaudida por el público, llegó al escenario a fundirse en un fuerte abrazo de varios segundos con Leiva, para continuar con dos emotivas canciones, "Esfuérzate", corearon los cantantes.
A la salida de Sariñana, David Aguilar llegó, un artista que ha corrido con la misma suerte que Leiva desde sus inicios, tocando en bares hasta llegar a varias nominaciones al Latin Grammy.
Juntos cantaron un corrido compuesto por José Alfredo Jimémez, en un performance que no estaba planificado, y se notó porque tuvieron que volver al inicio en el primer acorde.
Pero si no estaba planeado como invitado Aguilar, ¿que haría esta noche junto a Leiva?. La sorpresa llegó cuando Jay de la Cueva salió con una guitarra al estilo Chuck Berry, seguido por David Aguilar, y detrás de ellos Adanofsky, todos con instrumentos y vestimentas que recordaban a los rockeros de los años cincuenta.
El debut de la banda The Wapos se dio en la noche de Leiva, quien esta vez se hizo cargo de las percusiones, y pasó de estar al frente de su grupo con un look que emulaba incluso con el sombrero las mejores épocas de rockeros como Carlos Santana o incluso el mismo Jimmy Hendrix a estar detrás de The Wapos para vibrar con el bombo.
Pero después de tantos invitados continúo el show de Leiva quien hizo una invitación al público a apagar sus celulares por unos minutos y a guardar total silencio.
"Es una propuesta, pero sé que como somos buenos panas, buenos carnales lo vamos a lograr", expresó el madrileño.
Con un Metropolitan totalmente en silencio las luces se apagaron dejando únicamente a Leiva iluminado bajo un haz de luz que dibujaba su silueta, con el sombrero tapándole el rostro.
Un momento acústico donde los 11 mil 600 asistentes fueron cómplices, pero esta vez no desde el grito y de la bulla, sino del total silencio.
Una vez terminado el tema, la "histeria", como describió Leiva continúo, hasta el final.
"Después de estar ahí pasito a pasito como hormiguitas, tocando en clubs pequeños, uno nunca se espera que estas cosas sucedan y la verdad que me han hecho sentir emotivo, muchísimas gracias por acompañarme", expresó Leiva.
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