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Fue bien sonado que Adrián Marcelo se autoproclamó defensor del pueblo frente a Arath de la Torre en el último posicionamiento de “La Casa de los Famosos México 2”. El influencer regio le soltó al conductor de “Hoy” que no le hacía falta ganar el concurso, porque ya tenía dinero, viajes a Europa y que, a diferencia de él, había visitado zonas como Tepito e Iztapalapa, conviviendo con la gente y, según él, con el corazón bien puesto "a la izquierda".
En redes, algunos se pusieron a indagar y descubrieron que el youtuber, quien en varias ocasiones ha dicho que gana un millón de pesos mensuales, anda en la casa con unas sandalias Gucci de 10 mil pesos y carga una maleta Rimowa de 51 mil pesos. También salieron a flote fotos de sus viajes por Europa. Jugar a ser del pueblo mientras usas Gucci es algo que parece funcionarle, sin importar si los corazones tiendan a la derecha o a la izquierda.
Caifanes y Neón dejan de ser para chavorrucos gracias a “Nadie nos va a extrañar”
El fenómeno de la serie “Nadie nos va a extrañar”, serie ambientada en los 90, ha arrasado en YouTube, y una de las razones es su potente soundtrack. Con rolas icónicas de bandas mexicanas como Caifanes y Neón, la serie ha traído de vuelta canciones que marcaron una época. En especial, el video de “No hay nada eterno” de Neón ha disparado sus visualizaciones, con usuarios comentando: “¿Quién más la buscó después de ver la serie?” o “La amé, ni la conocía”. Esto no es nuevo, suele pasar que las canciones que los jóvenes definen de “chavorrucos” terminan conquistando al público joven por la popularidad de películas y series.
Brigitte Broch, la ganadora del Oscar que no se cansa de regalar El llano en llamas
Desde que llegó a México, Brigitte Broch, ganadora del Oscar, no deja de regalar ejemplares de “El llano en llamas” de Juan Rulfo. La alemana, quien hace 22 años se llevó el premio de la Academia por su trabajo en “Moulin Rouge”, quedó fascinada con la obra y desde entonces la recomienda a todo el mundo. Justo estaba aprendiendo español cuando el libro cayó en sus manos, y cada palabra que no entendía, la buscaba en el diccionario. Una que le impactó y que sigue usando porque le encanta cómo suena es "alcantarilla", y disfruta cada vez que la pronuncia.
