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Roma. El diseñador Roberto Cavalli, símbolo de la moda italiana, falleció ayer a los 83 años en su natal Florencia, tras una larga enfermedad y después de una famosa carrera como estilista de más de cuatro décadas, en la que se convirtió en un ícono de estilo.
El estilista y empresario murió en su casa, después de que sus condiciones empeorasen, junto a su compañera durante los últimos 15 años, Sandra Bergman Nilsonn, con la que tuvo el último de sus seis hijos, hace menos de dos años, según los medios locales.
Cavalli, nacido en 1940, unió a su gran talento artístico su capacidad emprendedora para crear un estilo propio que le catapultó al éxito, desde que comenzó su carrera en la década de los 70 hasta que terminó con la venta de su marca en 2015, casi inmediatamente después de su último desfile, unos meses antes.
A finales de los años 60 patentó un proceso de impresión en cuero y comenzó a crear patchwork de materiales y colores y en 1970 presentó su primera colección en el Salón del pret-à-porter de París.
De allí saltó a la fama, conquistando las pasarelas más importantes del mundo de la moda con sus trajes de animales, convirtiéndose en el rey de esta tendencia de estampados —como lo denominó el New York Times— y a abrir su primera tienda dos años después en Saint-Tropez, a la que acudían famosos como Brigitte Bardot o Mick Jagger. También destacaron sus colecciones Denim y sus vestidos que enfundaron a algunas de las grandes famosas.