Durante los 60's, el actor Adam West se puso las alas del superhéroe, pero no para recrear lo oscuro del personaje, sino que por medio de la comedia y sus puños (jamás un arma blanca o de fuego) daba lecciones a los criminales o conquistaba a una que otra chica que desconocía su identidad.
West vino a México a fines del siglo pasado y en una plática con el público, dijo que le gustaría participar en las nuevas entregas cinematográficas del Hombre Murciélago, así fuera su abuelo. Nunca se logró.
Hoy, en su aniversario luctuoso, se presentan cinco cosas que sin duda, lo elevaron a ícono para varias generaciones.
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En la película donde enfrentan a todos sus archirrivales, Batman baja al mar desde el Baticoptero y, cuando emerge, una de sus piernas está atrapada por las fauces de un tiburón. Preocupado, pide a Robin quien tripula la nave, la pase el Batirepelente de tiburones que trae junto con otros para otros habitantes del sitio, como ballenas y peces espada. Eso sí, su traje y la bota lucen como nuevas, luego de deshacerse del escualo.
El problema de llegar a una fiesta buscando al peligroso Acertijo, es que si hay música, seguramente el Hombre Murciélago bailará. Invitado por una chica, presunta secuaz del villano, Batman da un pequeño sorbo a una bebida, que le ayuda a dar sus primeros pasos que seguramente envidiaría Uma Thurman en "Pulp Fiction". Atrapado por el faraónico Rey Tut, éste manda poner un disco a go go para ver bailar a su enemigo.
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En los 60's, los estudios Fox decidieron hacer un crossover entre las series Batman y El Avispón Verde. Los primeros creen que los otros son villanos, así que hacen todo lo posible para atraparlos. Durante una exposición, Batman y Robin entran por una ventana, mientras que El Avispón y Kato, interpretado por Bruce Lee, entran por una puerta, antes de comenzar a pelear. "Lo bueno es que sin saberlo, están de nuestro lado", dice Kato luego de ser golpeado por el Dúo Dinámico.
Siempre buscando ayudar a la gente, sin tener los grandes músculos o trajes protectores de los recientes Batman, el de Adam West se distinguía por un mallón que dejaba ver su "panza natural" y una agilidad que muchos quisieran. El personaje podía cargar una bomba, con la mecha encendida, y salir corriendo con ella para eventarla lejos y así evitar cualquier daño.
Las frases de Batman eran un dechado de rectitud, respeto a todos (aún a los villanos) y consejos para quien lo escuchara. Algunas de ellas fueron: "Pueden ser borrachos, Robin, pero siguen siendo seres humanos" y "Es obvio, sólo un criminal se disfrazaría de guardia con licencia". Entendible ¿no?.
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