Más Información
christian.leon@eluniversal.com.mx
Alma Cero y Cecilia Gabriela tienen varias cosas en común, una de ellas es que cuando alguien escucha sus nombres lo primero a lo que los remite es Televisa, lo cual aunque consideran no es negativo, tampoco es lo que las define.
Por eso desde hace un par de años se han ido al teatro para mostrar al público otra faceta de sus carreras. Ambas a inicio de año protagonizaron Entre mujeres y ahora comparten de nuevo escenario con Los negros pájaros del adiós, que se estrena hoy en el Teatro Milán.
“La gente me ubica con los personajes que he hecho en tv y que son cómicos pero mi formación es más clásica, estudié en Bellas Artes teatro y también danza, vengo de una formación rígida aunque la vida me ha llevado más hacia la comedia”, detalló Alma a EL UNIVERSAL.
En el caso de Cecilia, aunque la mayor parte de su carrera la ha desarrollado en la televisora de San Angel, confiesa que se ha interesado en el teatro porque, además de querer rompar con los estereotipos que se tienen hacia los actores de tv, también comenta que hay poco trabajo en la pantalla chica.
“Se piensa que, si eres actriz de Televisa, eres una mala actriz, así se piensa pero también existen buenas actrices y el teatro te puede dar esas tablas y hacer que la percepción de la gente cambie, eso es lo que me ha llevado al teatro desde hace unos años, además para nadie es un secreto que ya no se hacen la misma cantidad de producciones que se hacían antes y eso de alguna manera ha forzado a los actores ha salir de su zona de confort y probarse en otros terrenos”, dijo.
En Los negros pájaros del adiós, Cecilia Gabriela da vida a Isabel, una mujer madura quien se enamora de un joven mucho menor que ella y con quien vive un romance muy particular, cargado de drama y dolor.
Haciendo uso de saltos temporales y la narración de dos mujeres ajenas al problema —una de ellas elpapel de Alma Cero, una mesera—, el público descubre la tóxica relación amorosa entre la mujer madura y un jovencito que apenas tiene 18 años.
La obra es dirigida por Adrián Darío Rosales, basada ebn un texto de Óscar Liera y para Alma Cero es descrita como “una obra para todo aquel que alguna vez haya amado intensamente, sin medir las consecuencias”.