Como sobreviviente de una organización coercitiva , comúnmente llamada secta , Pablo Salum ha dedicado 30 años de su vida a luchar porque este tipo de grupos dejen de existir y atentar contra la vida de las personas.
El argentino llegó a la "Escuela de yoga de Buenos Aires", cuyo líder es Juan Percovich y sigue activa, cuando tenía ocho años. Su mamá tenía una enfermedad y al no encontrar la solución en la ciencia diferentes gurús intentaron captarla ofreciéndole soluciones mágicas.
"Terminó siendo captada por una organización coercitiva con un líder que decía ser un ángel que venía a salvar a la humanidad y su misión era crear mil ángeles más como él para salvarla. Lamentablemente vimos cómo en pocos años nuestra vida destruída", dice a EL UNIVERSAL.
"Yo fui el primer niño en ser captado, mi mamá se convirtió en una líder, mis hermanos también, yo también, y en esa organización vendían libros del cuarto camino, meditación y todas estas seudo prácticas 'new age' que son perjudiciales para la racionalidad".
Ahí dentro, recuerda, su maestro les daba tareas para poder evolucionar y ascender en la escala jerárquica, dentro de las que estaba el esclavizar sexualmente a los adeptos y las chicas eran utilizadas para atraer políticos, gente famosa y poderosa, tal como sucedió con NXIVM , o incluso, de acuerdo con Salum, a una escala mayor pero en los años 90.
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"Yo fui el único niño que se logró escapar y denunciarla y desde mis 14 años -ahora tengo 43- he dedicado mi vida a estudiar la problemática, realizar material de difusión, terminología adecuada, trabajo de campo. En el tema legislativo a través de la creación de legislación específica hemos logrado una ley en una provincia de Argentina que reconoce la problemática, creo campañas de concientización", detalla.
De acuerdo con Salum una organización coercitiva (explica que el término secta es anticuado y no refleja realmente lo que es la problemática) utiliza técnicas de persuasión como control mental o lo que vulgarmente es llamado "lavado de cerebro" que vulneran los derechos humanos y la sanidad pública.
"Estamos hablando de que estamos enfrentándonos a la esclavitud moderna . Estas organizaciones o pseudo prácticas coercitivas -pseudociencias- utilizan la persuasión para captar a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad y someterlas. A veces no se les somete completamente sino que ofrecen supuestas sanaciones fraudulentas y esa persona se termina muriendo o ve afectado su patrimonio económico".
"(Captan) gente que tiene problemas económicos, patologías, han perdido a un ser querido, tienen depresión, problemas emocionales, siempre está el mensaje direccional a captar a esa persona, ofrecerle un producto fraudulento del que nunca vas a recibir lo que ellos te ofrecen".
Sectas y el medio del espectáculo
El nombre NXIVM cobró mayor ruido en los últimos años al darse a conocer que bajo la imagen de ser una organización de marketing multinivel en la que se impartían cursos y seminarios de desarrollo personal y profesional, había en realidad una red de tráfico sexual, esclavitud y crimen organizado .
Pero además, el papel de las celebridades dentro de esta organización coercitiva ha abierto el diálogo sobre el poder que tienen estas personalidades al llegar a miles y promover o formar parte de este tipo de grupos que atentan contra la vida de las personas.
Entre los clientes de NXIVM, cuyo líder era Keith Raniere condenado a 120 años de prisión, están el empresario Richard Branson y la actriz de "Smallville", Allison Mack . En el caso de Mack cumplirá una condena de tres años de prisión por su implicación en el caso de la secta NXIVM pues se declaró culpable en dos cargos de crimen organizado y de conspiración para crimen organizado, además de decirse arrepentida y pedir perdón a las víctimas de la secta.
Pero así como Mack hay más famosos involucrados. Al respecto, y en su propia experiencia Pablo Salum recuerda:
"Yo estuve con Plácido Domingo , había músicos, cantantes líricos", comenta.
"El rol que cumplen los famosos, influencers, o medios de comunicación que reciben dinero de estas organizaciones es llegar a captar masivamente a muchas víctimas, a través de ellos se genera una especie de voceros cuyo mensaje se entrega de forma masiva", dice.
Así como puede haber figuras que llegan por ignorancia comparte que muchas veces no son víctimas sino que se asocian por dinero.
"Los gurús les pagan suculentas sumas por hacer promoción de sus proyectos, inventar supuestas entrevistas vía Instagram o decir 'yo leí tal libro' y me fue bien, genero abundancia a través de focalizar mis pensamientos".
"Los famosos y medios que quizás reciben dinero, hacen negocios, quizás algunos puedan ignorar el daño que hay detrás, lo hacen ingenuamente pero esto no los exime de su responsabilidad porque el daño lo están generando. Es importante que la farándula tome conciencia y los grandes medios de comunicación que comiencen a proteger, resguardar los derechos y sanidad de sus televidentes y oyentes".
En su lucha contra las organizaciones coercitivas Salum explica que ya están impulsando en México y Argentina una ley que en el caso de México personajes como el creador de contenido Diego Ruzarrin y el empresario Simón Levy se interesaron y le pidieron el proyecto (de ley) que canalizaron a través de sus allegados. Además partidos políticos se han acercado para leer su proyecto e impulsarlo.
"Casos como el de Ricardo Ponce hay muchísimos y vemos que los organismos que deberían encargarse de este tipo de delitos no están capacitados, no conocen la problemática, y en el campo de la medicina y psicología tampoco están capacitados, vemos mucho desconocimiento y es muy difícil que las víctimas puedan recibir tratamiento", lamenta.
"Muchas de las personas que son abusadas no denuncian porque estas organizaciones le echan la culpa a la víctima y como la sociedad desconoce la problemática prejuzga a las víctimas y no al victimario, lo vemos en el caso de Ricardo Ponce, se les ha tratado de prostitutas, despechadas. Cómo se van a sentir a gusto de denunciar al ver cómo son tratadas".
De hecho, Salum comenta que el llamado gurú Ricardo Ponce, denunciado por abusar de mujeres en sus retiros, es un caso que en su país hubiera sido investigado por trata de personas porque captaba chicas en situación de vulnerabilidad de las que abusaba sexualmente con una fachada de retiro espiritual.
"En nuestro país este sujeto estaría imputado y tal vez hasta en prisión. Este caso yo ya lo había expuesto un año antes para generar una concientización y avisar a la gente de que tuvieran cuidado. Cuando salió a la luz la denuncia de Maire Wink hubo gente que me dijo que claro, que ya lo había denunciado yo".
Famosos como Fernando Carrillo y Paty Navidad también han sido señalados por Salum a través de sus redes, por ejemplo en su perfil de YouTube llamado "Ley antisectas"; en el caso de Carrillo incluso tuvo un enfrentamiento en la televisión argentina donde hablaron sobre sus prácticas espirituales con el veneno del sapo de Sonora conocido como "molécula de Dios" concepto del que se enamoró y por ello se asoció con un finlandés para realizar estas ceremonias.
En la entrevista el actor aseguró que todo es legal y ha curado depresiones y vicios, mientras que Pablo Salum le señaló que era un delito pues ofrecía una cura sin ser un médico además de usar una droga tipificada y los conductores cuestionaron que una depresión se pudiera curar así. Además recordaron el caso del actor porno Nacho Vidal que fue procesado por la muerte del fotógrafo José Luis Abad durante un rito de este tipo.
"Hay muchos famosos que habría que estudiar qué es lo que están proponiendo en las redes", señala Pablo.
Pablo explica que también hay organizaciones coercitivas de índole comercial como el caso de marcas como Herbalife, Nu Skin y Fuxión que ofrecen productos milagrosos para bajar de peso o cuidar la piel.
En el caso de Nu Skin a inicios de este año se dio a conocer que la marca argentina de productos para el cuidado de la piel fue sancionada por la Subsecretaría de Acciones para la Defensa de los Consumidores con una multa de $2,5 millones por difundir publicidad engañosa o confusa, marca que fue promocionada por influencers.
fjb