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Jerry Jon Martin, un excriminal que está a punto de morir, confesó ser el responsable del robo de las zapatillas de rubí que Judy Garland usó en la película "El mago de Oz".
De acuerdo con el hombre, en 2005 utilizó un martillo para romper un cristal que resguardaba los valiosos zapatos en Museo Judy Garland, en Minessota; y, aunque los zapatos fueron rescatados en 2018, fue hasta finales de este 2023 que decidió confesar su crimen.
Martin no será encarcelado por este crimen, debido a un grave trastorno pulmonar obstructivo que ha agravado su salud y que lo mantiene conectado a un respirador las 24 horas del día.
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Dane Dekrey, abogado del hombre de 76 años, aseguró que el delicado padecimiento de su cliente lo ha hecho reflexionar sobre los errores que cometió durante su juventud, pues si bien, el excriminal tenía 57 años cuando sustrajo las zapatillas; en realidad ese era el primer robo que cometió tras dejar la prisión en 1996.
Jerry Jon, como argumentó su defensa legal, abandonó la casa familiar a los 16 años, porque creció en un entorno de maltrato, junto a sus tres hermanos y, a partir de ese momento, se entregó a una vida de excesos.
Esto lo llevó a ser encarcelado en una época en que la novia de Martin esperaba a sus gemelos, a los que pudo conocer a sólo un mes de su nacimiento, sin embargo, esa misma tarde en que los vio por primera vez, sería también la última, pues cuando la joven iba de regreso a casa, un tren chocó con su vehículo.
Cuando Martin dejó la prisión, en 1996, prometió alejarse de los problemas y llevar una vida tranquila, lo que cumplió a lo largo de 10 años, hasta que un excolega le habló de un robo prometedor; se trataba de sustraer las zapatillas de rubí de la película "El mago de Oz" del museo donde estaban resguardadas.
En un inicio, la propuesta no fue tentadora para Jerry Jon, que tenía un verdadero deseo de dejar la vida criminal en el pasado, sin embargo, cuando le hicieron saber el valor de las zapatillas, se planteó la posibilitad de participar, pues estaban protegidas por un millón de dólares, mientras que su valor era de 3 millones y medio de dólares.
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Fue entonces que se presentó en las instalaciones del Museo Judy Garland, ubicada en la ciudad Grand Rapids, Minnesota, con un martillo que usó para romper la puerta principal, ingresar, y utilizarlo nuevamente para romper el cristal con que eran custodiadas.
Para su sorpresa, las zapatillas no estaban elaboradas con piedras de rubí verdaderas, sino con lentejuelas brillantes, por lo que no tardó más que dos días en deshacerse de ellas.
Pero no fue sino hasta el 2017, cuando un hombre se comunicó con el FBI, pidiendo 200 mil dólares, para darles información del paradero de las zapatillas, que fueron rescatadas.
Cabe destacar que las zapatillas que Martin hurtó eran uno de los cuatro pares que se usaron en el rodaje.
melc