Es momento de reconciliarnos, superemos diferencias y reagrupemos energía, talento, visión contemporánea y la vitalidad que siempre nos ha caracterizado a los fotógrafos de todas las corrientes y de diversos ámbitos.

Mi columna “Amarga Navidad” de diciembre del año pasado, que señaló la fallida curaduría de la última Bienal, habría sido sólo una anécdota si no fuera por la seriedad de los asuntos que se abordaron y porque cayó en medio de una comunidad agraviada, dividida y abandonada por el mismo Centro de la Imagen.

Este espacio abrió un debate necesario e impostergable sobre la manera en la que concebimos a la fotografía, sin importar su sello, estilo o soporte de presentación; pero sin abandonar el territorio de lo estrictamente visual.

Allá en la Ciudadela que, se supone, debería ser un centro fotográfico plural, dinámico y abierto, perdieron la oportunidad de hacerlo y no parecen tener ánimo o ganas de remediar este tiradero.

El debate de los últimos meses agitó el avispero de artistas visuales, contemporáneos y fotógrafos de todas categorías, y esta explosión de ideas sólo reflejó la insostenible situación que se deriva de una comunidad y su público, hartos del desprecio institucional.

La estrategia de sobrevalorar a los curadores como los nuevos responsables creativos de esta última Bienal, demostró su ineficacia y los llevó a estrellarse contra un amplio sector que no daba crédito de lo ahí expuesto.

La arrogancia y extravío de aquella conducta debe darnos ahora la fuerza para emprender nuevos encuentros y repensar la imagen expandida sin prejuicios o conceptos ajenos al quehacer fotográfico.

Es hora de reconciliarnos y reconfigurar la capacidad de propuesta y talento colectivos; la mesa de anoche en el Bella Época fue sólo el arranque, ahora pasaremos a las propuestas para este año y el próximo.

Por lo pronto nos sumamos y celebramos la iniciativa de Hydra y Juan José Díaz Infante, quienes anunciarán, el miércoles 8 de marzo a las 11 de la mañana en conferencia de prensa, una sorpresa bajo el título de Código Abierto, que contará con la participación de más de 100 fotógrafos, editoriales, colectivos y espacios independientes de primer nivel, que seguramente será un éxito.

No nos confundamos, el debate es tierra fértil para nuevas propuestas en medio de una comunidad agraviada, pero llena de vitalidad y que está de regreso.

Llevo meses escuchando y conversando con los más diversos actores de la comunidad fotográfica, que indignados, celebraron el debate y expresaron claramente su hartazgo en este periodo oscuro generado por un sector que en el fondo desprecia y minimiza al fotógrafo contemporáneo que se siente excluido de un Centro que debería ser eso: el epicentro de la fotografía en México y que ahora no lo es.

¿El futuro está roto? Para nada. Desde varios nodos creativos en torno a la imagen, poco a poco se sumarán nuevas exposiciones, encuentros, coloquios y reconocimientos que renovarán nuestra mirada y capacidad de propuesta para quienes hacemos imagen en cualquiera de sus clásicas o nuevas plataformas.

Esta última Bienal tocó el fondo de muchos paradigmas estancados; que sea también un momento de renacimiento que detone nuevas miradas sin intermediarios. Busquemos pues, construir un territorio renovado, realmente horizontal y transparente.

Esta semana será clave para el arranque de diversas iniciativas. Los esperamos el próximo sábado a las 11 de la mañana para el cierre de mesas en el Centro de la Imagen. No se queden fuera de la conversación.

@MxUlysses

***En la foto: Pronto habrá nuevos territorios para la imagen. (CORTESÍA CÍRCULO ROJO)

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses