El 2016 se caracterizó por varias “derrotas” para el libre comercio en la arena política. Este año será clave para el orden económico mundial ya que nos moveremos a la arena jurídica en la que el discurso deberá materializarse en papel, esto es, la retórica y las promesas se intentarán plasmar en diversos instrumentos legales que regirán las relaciones comerciales en el futuro.
Brexit: Reino Unido deberá invocar formalmente el artículo 50 del Tratado de Lisboa y negociar su salida jurídica de la Unión Europea. Sin duda alguna, se tratará de una negociación muy difícil, que además de sentar un precedente importante para cualquier país que pretenda dejar la Unión Europea, tendrá un impacto directo en negociaciones multilaterales referentes a sus compromisos en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) así como en la renegociación de los tratados de libre comercio que ahora deberá concertar Reino Unido, de manera bilateral, con los países que actualmente cuentan con instrumentos comerciales con la Unión Europea, entre ellos México.
Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP): En caso de que Estados Unidos formalice su intención de no aprobar el TPP, el resto de los países deberán decidir si modifican la cláusula de entrada en vigor para mantener dicho instrumento con vida, con el riesgo que conlleva reabrir la negociación y tomando en cuenta el poner en vigor disposiciones que respondían a intereses de la administración del presidente Obama. En el caso de México, esta decisión deberá estar vinculada necesariamente a los resultados de una eventual renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
TLCAN: Esta es la más importante de las batallas para México. El gobierno debe encarar la renegociación del TLCAN con una posición muy clara, con miras a corregir las deficiencias y limitaciones de dicho instrumento y a obtener resultados y beneficios derivados de una relación comercial con una nueva administración que ha dado señales proteccionistas. Por ello, México deberá también estar preparado para actuar en caso de que la renegociación sea únicamente un pretexto para desconocer o alejarse de los compromisos contenidos en este instrumento.
Ronda Doha: En un momento en que los instrumentos regionales y los beneficios del multilateralismo son cuestionados, la OMC deberá tomar el liderazgo como principal foro de negociación para la creación de reglas comerciales, tal como ha sucedido en otras ocasiones. La reunión del máximo órgano de la OMC, la Conferencia Ministerial, que se celebrará en diciembre en Buenos Aires, resulta fundamental para este objetivo. Los Miembros no pueden seguir teniendo “opiniones diferentes sobre la forma de abordar las negociaciones”, por el contrario, deberán decidir de una vez por todas si se va concluir el Programa de Doha para el Desarrollo o si adoptan nuevas formas de encarar las negociaciones a la luz de los tiempos actuales.
Así, el 2017 será un año fundamental para el derecho comercial internacional. Como puede verse, los nuevos compromisos jurídicos que se alcancen en estos foros constituirán las primeras piedras en la construcción de un nuevo orden económico global. Habrá que ver qué enfoque prevalece en estas negociaciones, si el que trata de construir nuevas formas de modernizar el intercambio y que permeen en toda la sociedad los beneficios del comercio mundial, o por otro lado, aquel que considera que debe regresarse al proteccionismo y desconocerse las reglas que facilitan la competencia y promueven la inversión.
Profesor Titular. Facultad de Derecho. UNAM.
Juez del Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio
Twitter: @ricardoramirezh