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#LaVozDeLosExpertos
La línea que divide el mundo físico y el digital es cada vez más fina, algunos muy tecnologizados o geeks podríamos decir que justamente buscamos que sea casi transparente. Para que esta tendencia llegue a más personas (y se vuelva un negocio realmente lucrativo) tiene que suceder sin que se tenga que saber de redes, IPs y firewalls. Lo que tenemos que lograr es tener objetos físicos, átomos, que se comporten y muevan con la eficiencia con la que hemos logrado controlar los datos, bits.
Entonces entran las leyes de física que claramente no mandan en el mundo digital (por eso los efectos especiales se ven más chidos con los renders digitales). Aún así el mundo digital está restringido por el mundo de la física, depende de la capacidad de transistores (semiconductores), cableado y potencia de transferencia de frecuencias. Y de aquí podríamos todos volar a la versión geek de Santo Tomás: The Matrix (¿vivimos en un sueño o mundo programado?).
Prefiero ver que el tema en este momento mucho más cercano a lo que Paul Watzlawick titularía como: ¿Es Real la Realidad? Confusión, desinformación, comunicación (1977). En su libro, muy recomendable y con ejemplos muy entretenidos, nos ayuda a entender cómo creamos la realidad (o las diferentes realidades), en nuestro cerebro y como sociedad, a través de la comunicación. Es así que les comunico que la realidad hoy en día es de bits y átomos. Tan lindo el #ruidoblanco.
Hemos logrado digitalizar algunos inventos humanos de forma más sencilla que otros. Por ejemplo, inventamos lenguajes para poder digitalizar nuestro lenguaje y así podernos mandar correos y hacer publicaciones en línea; también hemos digitalizado muy rápidamente cartas comerciales y moneda para hacer transacciones de forma más eficiente. Lo que no hemos logrado digitalizar o a lo que no le hemos agregado la capa digital de forma sencilla es a los envíos y obviamente a la comida (aunque no dejamos de intentarlo).
Un ejemplo clarísimo de esta difícil tarea de digitalizar el mundo es cuando algunos ingenieros intentaban entender la numeración de la Ciudad de México para Google Maps. Lo que les puedo contar es que lo mejor que le pudo haber pasado a Google Maps en México fue la llegada de Street View para que una computadora pudiera digitalizar los números de las casas que se capturaban en las fotos. El gran reto no es hacer celulares, o nuevos equipos de WiFi, el gran nuevo reto es que los drones se implementen buscando reducir a un mínimo, sino es que a cero, la probabilidad de lastimar físicamente a alguien.
El gran intento de pasar esta barrera de lo físico y lo digital es lo que también conocemos como el Internet de las Cosas (IoT) y con esta finalidad es que esta semana AT&T abrió su tienda física en la calle de Masaryk (y Galileo), dedicada al tema de IoT en México, por lo que entiendo explicó el director de tecnología de la marca, mi tocayo de apellido: Carlos Blanco.
La compañía de servicios de datos y voz (y ahora accesorios y otras cosas para conectar tu casa) cuenta con 8% de participación en el mercado de México y busca llegar a que “100 millones de Mexicanos” digan AT&T.
Y hablando de suscriptores, a quienes quiero felicitar muchísimo para este cierre de año es a Gabriela Ruiz y su equipo. Quienes forman parte del área de educación de la Fundación Slim y un pilar de aprende.org. Este equipo ha digitalizado la información de forma pedagógica para que más personas puedan aprender oficios, certificarse y tener nuevas o su primer oportunidad laboral con Capacítate para el Empleo.
¡Hoy más de 1 millón 800 mil personas en más de 147 países del mundo se han inscrito a Capacítate para el Empleo! Felicidades ya que gracias a su dedicación hoy más gente conectada puede obtener un oficio nuevo y ver una puerta más en su búsqueda constante de nuevas y mejores oportunidades.