#LaVozDeLosExpertos

Para adoptar algo requerimos llegar a ese servicio o producto, y a partir de echarle un ojo y encontrarle valor lo empezaremos a utilizar, pero sin abrir nuestras fronteras no vamos a encontrar el valor a ciertas aplicaciones.

Viajar siempre expande nuestra visión de las cosas, pero lo que lo hace especial es conocer a gente nueva y entender la forma en la que viven y desarrollan los individuos dentro de su geografía y comunidad. Esta nueva visión es las que agrega puntos de contacto para entender mejor nuestro entorno y desarrollarnos más, incluso crear mejores experiencias.

Es así que se puede entender mucho más la visión que trae el nuevo desarrollo de la aplicación de Airbnb, que ya ofrece opciones de hospedaje en más de 34 mil ciudades alrededor del mundo. El nombre de este servicio viene de una experiencia de viaje mucho más personal. Desde hace tiempo en Europa se habían abierto las puertas de hogares, en especial pensando en una nueva línea de ingresos para gente mayor, que recibían invitados de corto plazo y les ofrecían una cama y un desayuno: “Bed and Breakfast”, B&B. Experiencias acogedoras que permitían a viajeros disfrutar de un lugar, sin tener un gasto alto en hospedaje, muy bueno para la cultura del mochilazo.

Mientras se incrementan las posibilidades para viajar más seguido a destinos más lejanos con un costo moderado gracias a la tecnología y la economía de escala, vemos obviamente el incremento de uso de herramientas de viaje.

Esta semana Airbnb presentó su visión de la manera en la que se deben de juntar los puntos de contacto entre el viajero, los huéspedes y la manera de viajar. Su app ofrecerá servicios más allá de reservar un lugar, de los 3 millones que tienen listados en el mundo, para ofrecer experiencias personalizadas, agregar información al viaje sobre lugares y la forma de disfrutarlos mejor manera (incluyendo la renta de autos, audioguías y reserva de restaurantes) y finalmente van a agregar vuelos y otros servicios.

Ya no se trata de ver un poster con la frase: “Disfruta Hawaii” y terminar arriba de un turibus. No le quito valor al turibus, si vas con prisa. Pero si con esta aplicación puedes quedarte el fin de semana por un gran precio de hospedaje, apoyando la economía de digamos dos adultos mayores, tal vez quieras aprovechar y aprender a cocinar cerdo al estilo hawaiiano o hacer paddle surf, ahí entran las experiencias. Un surfista-chef local podría darte una experiencia inmersiva más enriquecedora que tomar fotos a dos cocineros y pasar tres horas arriba de una tabla.

Al ver esto me emociona la forma en la que la integración sobre una sola aplicación puede reducir el #ruidoblanco de un viaje de placer o negocios. En especial lo que puede significar esto para un país como México, reconocido por su atención personal al turismo nacional (a veces), y al internacional (la mayoría de las veces). Es así que me emociona el acuerdo que firmaron el Estado de Colima y Airbnb por medio del Dr. César Castañeda Vázquez del Mercado, Secretario de Turismo, y Martín Waserman, Gerente de Políticas Públicas para Hispanoamércia.

Más de 300 anfitriones han recibido a más de 3 mil viajeros en Colima a través de Airbinb, promediando ingresos por poco menos de 2 mil pesos por mes, nada mal para un hogar o cuarto que no se estaba utilizando. Con los nuevos anuncios me empiezo a imaginar como los listados y experiencias de Airbnb pueden sumar a la oferta de las 8 mil llaves que hoy ofrece el estado que alberga destinos mágicos como Manzanillo, Cuyutlán, Minatitlán y las faldas del volcán que lleva su nombre.

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