Mi querido maestro de derecho en la prepa utilizaba las palabras del título en el #WhiteNoise del día de hoy: furtum usus modus appropriandi, cuando tomaba algo del escritorio de un compañero, porque obviamente no prestaba atención en clase; o para mejorar nuestro conocimiento de latín. Mientras yo voy a aprovecharme de unas líneas de una historia conocida, la de Star Wars, para exponer la situación del Snapchat de Facebook: Instagram Stories:

“Obi-Wan: Debo de admitir que sin los clones, no hubiera sido una victoria.

Yoda: ¿Victoria? ¿Victoria dices? Victoria no, maestro Obi-Wan. El velo del lado oscuro ha caído. Inicio ha dado la Guerra de los Clones”.

Hay momentos en los que copiar puede ser una clara muestra de que admiras a la persona a quien estás copiando, o que presumes que puedes hacer más de lo que dicha persona hace con lo que tiene porque tienes otros medios. También mucho depende del tiempo, si copias antes, durante o después que el otro también ofrece eso que estás copiando. Hay un best seller del New York Times escrito por Austin Kelon: Steal Like an Artist: 10 Things Nobody Told You About Being Creative.

En este libro que toca diez puntos interesantes, el primero es el de “robar como un artista”, pero no se refiere a robar como plagio, sino como forma de estudiar, remezclar y transformar un conocimiento u objeto de alguien más. Que el trabajo creativo se construye, o crece, de lo que vino antes. Kelon nos recuerda que nada es original y que todo trabajo se construye de lo que hubo antes.

Es con todo este contexto que puedo decir que tras probar Instagram Stories, me siento muy decepcionado con la supuesta capacidad de los ingenieros de Facebook para estudiar Snapchat o siquiera mostrar nota de buscar mejorar, remezclar o transformar la creciente red social de videos efímeros. Básicamente es una versión light para quienes no han podido entender bien Snapchat, haciendo que sean historias que sólo duran 24 horas y viven sobre la plataforma donde van pasando imágenes moviendo su dedo hacia arriba y hacia abajo… ahora agregan a un lado o al otro.

Las funciones para adelantar los videos (FFW, fast forward) y los comentarios tampoco los mejoraron, y ¡vaya que hay un área de mejora para los de Snapchat! Me pareció un tanto triste la opción de etiquetas, y sí, creo que lo único medio divertido es la luz neón o resaltar con la misma luz neón. En cuanto al #ruidoblanco de uso de energía por parte de la aplicación, Instagram está utilizando alrededor de 21.76mAh. Que no es tanto, si consideramos que FB utiliza como 26, Inbox by Gmail 28 y obvio WhatsApp más de 40 mAh (otro día nos dedicamos a las apps que drenan baterías). En cuanto a procesador utiliza el CPU mientras estés en la app y casi nada “en el fondo”.

Ambas aplicaciones son muy similares en cuanto a uso de recursos, pero algo que puede que sí haya mejorado Instagram Stories es tiempo de uso del GPS; aunque hay que utilizarlo más tiempo y ver las siguientes interacciones para corroborar qué tanto en verdad se dedicaron a mejorar la aplicación si no en sus funciones de uso, en su código para mejorar el uso de recursos de tu smartphone. No quería dejarlo sólo en el uso, porque puede que Facebook admire más a Snapchat por código (cosa que dudaba) que por funciones para poder contar historias efímeras. Lo único que me parece notorio es que Instagram es mucho menos lento que Snapchat (conste que no dije que ninguna de las dos fuera rápida).

Mientras seguimos viendo la guerra de los clones entre aplicaciones, en la semana nos recordaron algo importante: por más software que tengas, por más solución que ofrezcas, en el “Valle del Silicio” puedes pasar de valer miles de millones a simplemente unos pocos millones fácilmente y un carrier puede llegar a comprarte, ¿por la base de datos?

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