Más Información
#LaVozDeLosExpertos
Es raro encontrar días como el 16 de enero que marcan acontecimientos que se podrían interconectar pese a su lugar en la línea del tiempo. En 1946, la creación del ancestro de la CIA, que se llamaba el Grupo de Inteligencia Central. En 1968, el año que no se olvida, el Apollo 5 despegaba de su plataforma llevando el primer módulo lunar.
Para 1973 en este día los miembros del Apollo 17 presidían una sesión ante el congreso de EE.UU. tras finalizar la última misión de aterrizaje sobre la Luna. Y es así que después de ese momento desmotivante de terminar nuestro andar en tierras espaciales viene el momento épico para los geeks en 1984.
La mezcla de los temas anteriores con esta fecha es, de alguna forma, divertida y al mismo tiempo, obvia. El sistema para desplegar satélites, sentirnos conformes con el contenido que se nos entrega por medio de ondas satelitales y tener agencias que centralizan información se veían venir. El punto clave es que el 16 de enero de 1984 una compañía nos dijo que ese año no sería como se había planteado en la novela, y nos presentaron un anuncio https://goo.gl/GXueKV, hoy parte del salón de la fama de los premios Clio, que publicitaba sin mostrar a la primera computadora personal en hacer popular al mouse (ratón) y a la interfaz gráfica (del usuario).
Durante el Super Bowl XVIII se mostró a esta heroína que venía a rescatarnos de ese oscuro mundo en el que George Orwell nos había puesto como humanidad. La incógnita es qué esperar para el Super Bowl 50. Estamos entre si creer o no en la Inteligencia Artificial (sin interfaz gráfica o incluso comunicación con el usuario). Centralizamos nuestros pensamientos, emociones y acciones en foros o “comunidades” que se nutren monetariamente de la publicidad.
Viendo la película de Steve Jobs dirigida por Danny Boyle (¡estoy impaciente por Trainspotting 2, Danny!) encuentro nutritivo descubrir nuestro sentido humano y aprender a bajarnos del tabique. Aunque también además de hacerlo como individuos, no nos caería mal hacerlo como sociedad.
Los eventos del 16 de enero no hablan tanto como los años, hace décadas que no hicimos algo por llevar el transporte a algo sustentable, o regresar al espacio con una propuesta de colonizar sin viralizar.
Pero aunque Steve logró que 1984 no fuera como 1984, ¿qué tan lejos estamos del concepto marcado por el autor y la verdadera capacidad del libre pensamiento e interacción de ideas cuando estamos todos encerrados en un #ruidoblanco de trato condescendiente en foros donde cada quien se habla a sí mismo?
No busco seguir el debate del control, ni el debate del Gran Hermano, pero sí busco seguir el movimiento de preguntas e ideas como electrones dentro del átomo que transporta nuestro cuestionar sobre la posible existencia en la Matrix.
