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#Columna
Antes se comparaba a Internet con un campo verde listo para plantar y cosechar. Ahora se ha vuelto algo como mitología griega: una nube sobre el Olimpo californiano que busca alimentarse de unicornios. Si bien la semana pasada les contaba sobre esos “programas light para computadoras móviles -smartphones-” como posibles unicornios, me parece que estaba adelantándome en vez de explicar lo que está pasando en la nube, ¿verde?.
Uno de los puntos clave para poder desarrollar este nuevo ambiente de crecimiento digital con medición, escalabilidad e impacto es: la infraestructura. ¿A cuál me refiero? al hosting.
Para que un sitio o servicio web funcione bien se requiere de una computadora diseñada y optimizada para servir los archivos que lo conforman. Las empresas que ofrecen hosting de sitios o servicios web proveen a sus clientes con este tipo de computadoras y de conexiones rápidas sin tener que adquirir conocimientos especiales sobre mantenimiento de servidores o gastar en equipos especiales.
Aunque el servicio de webhosting es mucho #ruidoblanco técnico, lo podemos dividir en tres sencillas cubetas: 1. Hosting compartido, que es barato pero sin escalabilidad, muy bueno para proyectos sencillos de bajo presupuesto. 2. VPS hosting que es al que llaman escalable o basado en la nube, muy utilizado por negocios serios. Finalmente, 3. el hosting dedicado, que es tan caro y complicado que si no entiendes si lo necesitas o no, lo más probable es que no.
A la hora de poner tus archivos para el servicio o sitio en la web considera lo que vas a pagar. Lo más costoso en el hosting es el equipo físico. Los servidores (poderosas computadoras apiladas que pueden funcionar incluso cuando varios usuarios acceden simultáneamente) tienen que permitir cargar tu sitio de forma rápida; esencial para la experiencia del usuario final. Estos servidores tienen que estar físicamente en un lugar: los data centers, edificios enormes que guardan cientos o miles de servidores. Estos lugares tienen que tener seguridad, enfriamiento y mantenimiento.
Entre los costos también está el software para administrar el servidor. Mientras que la mayoría es libre (open source) muchas consolas de administración son de paga. Un costo extra muy importante es la conexión a Internet. A diferencia de un proveedor normal de Servicios de Internet (ISP), las empresas de web hosting tienen que administrar mucho más carga de datos y puede ser más caro, tenlo presente.
Finalmente, soporte y costos de operación. Un ingeniero me preguntó una vez: "¿quieres que te conteste el teléfono o que tu sitio se pueda acceder lo antes posible? No puedo corregirlo y atenderte al mismo tiempo." Y tiene razón, eso implica costos de administración y atención a clientes. Así que tómalo en cuenta y pregúntate si puedes vivir con silencio y #ruidoblanco en lo que tu sitio vuelve a estar accesible para tus clientes, lectores y usuarios.
Hay formas de ver la nube desde lejos y saber si vas a entrar a una tormenta o a una lluvia que nutre el campo. Espero que esto sea de ayuda para hidratar a algunos unicornios allá afuera.