Sin duda el máximo tribunal merece un sonoro aplauso, incluido al ministro que votó en contra del cultivo, cosecha y autoconsumo de marihuana.

Sin duda se trata de una decisión histórica de la Suprema Corte de Justicia, que rompió el paradigma de la ilegalidad del cultivo, cosecha y autoconsumo de marihuana.

Sin duda la cabeza del Poder Judicial devolvió a los primeros cuatro ciudadanos una libertad fundamental; la libertad de hacer con su cuerpo, con su salud y su vida lo que a cada cual le plazca; sin la tutela del Estado sobre el consumo de drogas, en este caso marihuana.

Y no hay duda que a pesar de críticas y cuestionamientos que por años censuraron su independencia frente a los poderes Ejecutivo y Legislativo, la Corte es un colegiado moderno, al servicio del interés ciudadano, que escucha y hace valer la ley.

Sin embargo, el amparo histórico que otorgó a cuatro mexicanos la Corte es apenas un primer paso —de un largo y sinuoso camino—, para hacer posible la despenalización de las drogas y para acabar con el negocio de la muerte que significa la industria criminal del narcotráfico.

Por lo pronto la decisión histórica deja 6 lecciones 6.

1.— Una lección demoledora para un puñado de vividores “de las causas justas” que por años trataron de medrar con la renta de la despenalización de la droga y que usaron como argumento central el cuento del uso medicinal y hasta mágico de la marihuana.

2.— Y es que sin estridencia y sin abuso político del tema, cuatro mexicanos preocupados elaboraron un “amparo de diseño” que resultó perfecto. Es decir, dieron una lección a políticos, juristas y vividores de “los cambios”.

3.— Lección para los sembradores de odio; los mismos que apalearon a la Corte en el amparo rechazado a la conductora Aristegui; amparos rechazados a Morena contra la reforma energética y la negativa de la Corte a declarar desaparecidos los poderes en Puebla a causa del escándalo del Góber Precioso. Hoy aplauden a la misma Corte que ayer denostaron; “demócratas de contentillo” incapaces de aceptar que nadie es dueño de la verdad, de la razón, de las ideas y menos de las ideologías.

4.— Lección para la clase política toda —y todos sus partidos—, ya que “el amparo de diseño” salió de la sociedad civil; inteligencias que no priorizaron la renta político-electoral en el tema de la legalización del autoconsumo de marihuana y que en pocos meses lograron lo que en años no alcanzaron políticos, académicos y dizque preocupados por la sociedad.

5.— Lección al Poder Legislativo. Y es que una decisión que hizo ver moderna y progresista a la Corte, redujo a enanos a los legisladores de todos los partidos —diputados y senadores—; vividores de la coyuntura, del moche, del saqueo de dinero público y que dejan que se pudran iniciativas como la legalización del autoconsumo de marihuana.

6.— Y lección para la misma Corte. ¿Por qué? Porque si sus ministros son congruentes, tendrán que amparar los derechos de quienes pretenden sembrar, cultivar y/o procesar —o producir—, también para autoconsumo, cocaína, heroína, morfina, metanfetaminas… todas las drogas duras. ¿O no son libertades idénticas?

Sólo una duda. Una sociedad sin cultura democrática y sin demócratas, ¿está preparada para las libertades democráticas?

EN EL CAMINO. Otra lección. El TSJDF reeligió como su presidente a Edgar Elías Azar —con todas las de la ley—, con lo que dejó en calidad de bobos a los tramposos y mentirosos que hablaban de inconstitucionalidad. ¿Qué van a decir ahora?

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Twitter: @ricardoalemanmx

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