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Luego de una larga deliberación, de consultas y de ponderar sus reales posibilidades, Miguel Mancera decidió que sí buscará la candidatura presidencial para 2018.
Lo que no tiene claro es si será por la vía independiente o si buscará un partido político para impulsar sus aspiraciones. Por lo pronto, Mancera no se ve como candidato presidencial en otra formación política que no sea el PRD, del que no es afiliado y al que tampoco piensa afiliarse, pero que entre las izquierdas es el emblema de esa tendencia.
Tampoco se sabe si Mancera formalizará su decisión en el corto o mediano plazos, o si esperará hasta los tiempos oficiales, en que deberá preparar su salida del GDF.
En tanto, trabaja en la promoción de “programas sociales ancla”, que trata de posicionar en todo el país y allende las fronteras; programas como Médico en tu Casa, que ayer mismo exportó al gobierno de Chiapas y que se implantarán en otras entidades, además de otros países.
Al mismo tiempo, Mancera mantiene un seguimiento demoscópico —que sirvió para la toma de decisiones— de los principales precandidatos presidenciales de las izquierdas, de la oposición de derecha y del PRI, además de candidatos independientes.
Entre esos análisis destaca la consultora Nodo, cuya medición revela que 15 de 100 encuestados ven a Mancera como potencial candidato presidencial. Esta cifra es 5% mayor a la registrada en diciembre, cuando sólo 10% lo veían como un candidato probable.
A la cabeza de esta categoría se encuentra, para sorpresa de nadie, López Obrador, a quien considera candidato prácticamente la mitad, en una encuesta espontánea, a pesar de que AMLO se autodestapa todos los días y su campaña presidencial lleva 16 años consecutivos.
Del 15% que ve a Mancera como potencial candidato, 9% tiene una opinión positiva del jefe de Gobierno y el otro 6% no lo ve con buenos ojos. Cuando preguntan por cuál de los precandidatos presidenciales votaría, el segundo lugar es para Miguel Mancera.
Antes de hacer campaña, antes de destaparse de manera oficial y de los tiempos reglamentarios, Mancera tiene una intención de voto 6% por debajo de López Obrador —quien tiene 23%— y de los indecisos, que suman 40%.
A su vez, entre los espontáneos, Mancera tiene la tercera posición en el arranque de los presidenciables con posibilidad de triunfo. Es decir, mientras 23% considera que Obrador podría ganar la presidencia, el 6% ve a Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, como el más aventajado y con el 5% —en tercer lugar— aparece Miguel Mancera.
Cuando los entrevistados recibieron apoyo del entrevistador —es decir, les leyó listado de políticos—, 69% dijo conocer a Mancera, quien aparece en segundo lugar; sólo por debajo de AMLO, a quien conoce 97%. Y resulta curioso que si 69% identifica a Mancera, 13% lo asocia con el PRI, 6% con el PAN y 42% con el PRD.
Por todo lo anterior —porque es un adversario real para 2018—, López Obrador declaró la guerra abierta contra Mancera. Por eso AMLO reventó el Parque Lineal Chapultepec, por eso tratará de reventar la Rueda de la Fortuna de Chapultepec. Y por eso AMLO tratará de tronar todo lo que haga Mancera.
Por lo pronto, Mancera ya se vio en 2018.
Al tiempo.
EN EL CAMINO. La crítica a El Bronco desató a la jauría regia. Y a su estilo, difaman sin pudor y sin vergüenza. Pero olvidan, cual bobos consumados, que nadie paga para que le peguen. Tampoco saben que en la jauría, sólo el primero de los perros sabe por qué ladra. El resto son manada.
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