Tiene razón Marcelo Ebrard. Y es que en los previos a julio de 2012 muchos mexicanos estaban dispuestos a votar por su eventual candidatura presidencial.

Mas aun, el 21 de junio de 2012 aquí dijimos que votaríamos por Marcelo para presidente —a pesar de que no estaba en la boleta—, porque nos parecía la mejor carta de la izquierda.

Sin embargo, el león no fue como lo pintan. Ebrard estuvo lejos del político talentoso y habilidoso que requería la izquierda para convertirse en alternativa de gobierno al PRI y al PAN.

El tiempo mostró a un Marcelo oportunista, carente de la grandeza de un estadista; lejos de los hombres del poder que trascienden por su obra y —sobre todo— sin más ideología que el poder por el poder. El talento desdeñó a Marcelo y su talante fue el de los pillos del PRI.

¿Qué pasó con Ebrard? ¿Cuáles fueron sus pecados?

1.— El mayor pecado de Marcelo fue confiar de manera ciega en su padrastro político, Andrés Manuel López Obrador, quien, para su construcción política, usó a dos salinistas puros: Marcelo y Manuel Camacho.

2.— Dicen los cercanos a Marcelo que el ex jefe de Gobierno ganó la encuesta frente a AMLO para ser candidato presidencial de las izquierdas en 2012. Sin embargo, ese fue el pecado capital de Marcelo; el miedo de enfrentar a AMLO, de encararlo y exigirle el cumplimiento de su palabra. Y claro, el pecado original de creer en un mitómano como AMLO.

3.— Marcelo tragó sapos y serpientes cuando AMLO le arrebató de manera indecorosa la candidatura presidencial de 2012. Sin embargo, el pecado original de Marcelo venía de lejos; desde 2008, cuando se hizo asesorar por ambiciosas personas que lo usaron para medrar del poder del segundo gobernante más poderoso del país.

4.— Y es que desde el inicio de su gestión en el GDF, Marcelo rechazó las opiniones de quienes le proponían como único camino de acceso a la candidatura presidencial del PRD, matar políticamente a su padrastro, a AMLO.

5.— Vale recordar que, en su momento, López Obrador mató a su padre político, Cuauhtémoc Cárdenas; que Zedillo mató a su padre político, Salinas, y que Miguel Mancera mató a su padre político, Marcelo Ebrard.

6.— ¿Por qué razón Marcelo no se atrevió al parricidio político que lo llevaría de manera natural a la candidatura presidencial? La respuesta es elemental. Porque Marcelo no es profesional de la política, es un arribista que supo colgarse de Manuel Camacho, de Salinas, y después de AMLO.

7.— Pero Marcelo tampoco es el gobernante eficaz que pregonó. El fracaso de la Línea 12 del Metro exhibió a un improvisado, a un gobernante mediocre y a un administrador sin talento ni templanza. Y es que si Marcelo no sabe gobernar, tampoco sabe administrar y menos hacer política.

8.— Hoy incluso podría estar a un paso de la cárcel . ¿Por qué? Porque su responsabilidad política y de gobierno frente al fracaso de la L-12 del Metro no tiene discusión. Por eso busca desesperado una curul en San Lázaro.

9.— Si faltara —y a pesar de que Marcelo cometió el pecado de intentar esconderse detrás del fuero por la fallida L-12—, un puntual reportaje de Milenio lo exhibió como todo aquello que siempre criticó: un pillo del viejo PRI.

10.— Y en cuestión de horas el Tribunal Electoral podría dejar a Marcelo sin el amparo del fuero.

Curioso que si el escándalo de la “Casa Roma” de Marcelo es más grave que el de la casa blanca, la jauría guarde silencio.

Lo cierto es que Marcelo se equivocó y ya es un cadáver político. Al tiempo.

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Twitter: @ricardoalemanmx

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