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Hablar del tema de la migración, tal como lo ha expresado la Organización Sin Fronteras, es referirnos a un fenómeno creciente, complejo y dinámico que exige una diversificación y especialización cada vez mayor de las autoridades encargadas de su protección; en tal virtud, es fundamental realizar acciones normativas como políticas públicas, a fin de optimizar al máximo los beneficios y reducir en un mínimo los costos conexos, no sólo para los países de origen y de destino, sino principalmente para proteger de una manera útil y efectiva los derechos humanos de las personas migrantes y brindarles la protección adecuada conforme a los estándares internacionales establecidos.
En ese tenor, conviene recordar que el 19 de septiembre de 2016, durante el septuagésimo período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en una reunión plenaria de alto nivel sobre la respuesta a los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes, se aprobó por consenso de 193 representantes de los Estados miembros, un importante instrumento jurídico internacional en la materia, a saber, la Declaración de Nueva York sobre Refugiados y Migrantes, también conocida como la Declaración de Nueva York.
En dicho documento se expresó en forma clara e indubitable el compromiso de los jefes de Estado y de Gobierno con la defensa, protección y respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y de los refugiados, reconociendo una responsabilidad compartida para gestionar grandes movimientos de refugiados y migrantes de forma humana, sensible, compasiva y centrada en la gente; asimismo, se comprometieron a atender las causas de estos desplazamientos masivos de población. Igualmente, condenaron toda expresión de racismo, discriminación racial y xenofobia en contra de estas personas.
Por ello, es de destacar que en los últimos años la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDH) ha apoyado, con la colaboración de diversas dependencias del Gobierno de la Ciudad de México, a varias caravanas de migrantes que han llegado a la capital con la convicción de que ésta se convierta en un corredor humanitario para las personas que transitan con esa calidad migratoria.
Además, la CDH cuenta con el proyecto Red DH Migrantes desde el año 2013, en donde concurren Organismos Protectores de Derechos Humanos, sociedad civil y autoridades de México y Centroamérica, a través del cual ha impulsado el fortalecimiento de capacidades institucionales, con el fin de proporcionar una atención integral y oportuna, así como proponer los mecanismos de coordinación entre las diferentes instancias involucradas en la protección y defensa de este sector de la población.
Aunado a esto, la comisión realizó el lanzamiento de la campaña Migrar no es un delito, Migrar es un derecho. Tu deber es respetarlo, acción que refrenda el compromiso de la institución para promover el respeto y protección a los derechos humanos de las personas migrantes y el pleno ejercicio de sus demás derechos humanos.
Recientemente también se sumó a la campaña de sensibilización mediante la intervención artística del espacio urbano, ya que a través de iniciativas como la Convocatoria de arte Mural fri WALLS, estoy segura que se contribuirá a dar un importante impulso a la inclusión social de las personas migrantes y sujetas a protección internacional en la Ciudad de México, a través de la participación del arte y la cultura.
Adicionalmente, se encuentra en proceso de creación la Relatoría de Migrantes y refugiados, la cual tiene por objetivo prevenir y atender las posibles violaciones a los derechos humanos de este sector de la población en la Ciudad de México.
Ante tales escenarios, desde la CDH se alienta a todos los actores estratégicos a trabajar por la armonización de la normatividad con relación a los instrumentos jurídicos internacionales protectores de derechos humanos y demás tratados internacionales en la materia, ratificados por nuestro país, relativos a los derechos de las personas migrantes.
*Presidenta de la CDH capitalina