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Estos días en que se está hablando tanto de Cuevas a raíz de su partida al viaje sin retorno, entre pleitos de familia con historias de telenovela que no interesan más que por la morbosidad de las circunstancias que lo rodearon antes de morir, prefiero recordarlo como el gran dibujante que fue. Allá por los años 70, cuando Cuevas era sinónimo del artista rebelde y audaz capaz de levantar polémicas por su postura ante los pintores muralistas y otros temas. Tuve el privilegio de conocerlo y de fotografiarlo por primera vez en una curiosa experiencia: con muchas dificultades obtuve un permiso del director de Facultad de Medicina, un sábado en la mañana, cuando no había clases, para que me permitieran hacer una sesión fotográfica con el maestro José Luis Cuevas y los cadáveres que se utilizaban, entonces, para la materia de anatomía. Así lo hicimos, Cuevas aguantó vara y un poco aterrado posó con los cadáveres de fuerte olor a formol para mi cámara.
La fotografía que publico esta vez fue la portada del catálogo de una de sus tantas exposiciones. Lo admiré y fui su amiga. José Luis era un gran conversador, ameno y divertido. Sabía mucho de cine mexicano, bastaba nombrar X película y seguro se sabía el reparto completo.
Salvador Elizondo escribe Cuaderno de Diario número 25, páginas 98 y 151
Domingo 1.III.70.— (…) Hoy en la mañana fui con Paulina a casa de Cuevas para llevarle las pruebas de las fotografías que le hizo con los fiambres de la escuela de medicina. Su casa es muy fea y muy impersonal, pero es un gran técnico y por eso su pintura interesa. No su pintura sino su dibujo. Creo que lo entrevistaré para el nuevo programa Contextos, que empezarán el 1 de marzo.
Miércoles 1 de marzo de 1970 (sic).— Por la mañana grabé un programa con Cuevas. Hoy en la noche lo oí. Quedó bastante bien. Por la tarde, al Centro de Escritores, donde Esther Seligson leyó un texto muy flojo.
Viernes 3 de abril.— (sic) Ayer fue día de mi santo y no me acordé. Hoy en la mañana fui a dar mi clase a la Universidad y luego a Difusión Cultural. Fue una mañana de muchachas muy bonitas…
***En la foto: José Luis Cuevas en la acultad de Medicina de la UNAM, el 27 de enero de 1970. (CORTESÍA PAULINA LAVISTA)