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Se agotó el tiempo. Montada en su radical y violenta oposición a la reforma educativa, la CNTE, intolerante y desafiante, canceló toda alternativa de solución del conflicto que hay alrededor de la reforma educativa. Cerró todas las salidas. Hizo fracasar la política en su línea de entendimiento.
Ese grupo, aferrado a la intransigencia, fiel a la irracionalidad, despreció las oportunidades que ofrece ese inapreciable instrumento. La CNTE ha dejado que el gobierno tome decisiones solo. Por eso, a los docentes que se han apartado sistemática, viciosamente de la ley, no les gustará la respuesta que verán emerger de sus excesos y sus errores.
—“Vendrá lo que vendrá… vendrá lo que tenga que venir”, comenta un funcionario del más alto nivel que atiende este tema en su etapa de “estrategia operativa”, como la llama.
De ésta, no da detalles. Se limita a decir cortésmente que para ver la mano firme del gobierno en este caso, “podría ser cuestión de horas”.
En cordial como discreta comunicación, dada su alta responsabilidad, refiere algunos datos, de todos conocidos, por los cuales al parecer inexorablemente “…vendrá lo que tenga que venir”.
Los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación piden lo imposible, que es la derogación de la reforma educativa y eso no va a ocurrir. Se los han dicho funcionarios de distintos niveles en todos los foros, formas y tonos.
Aferrados a esa demanda, han causado enormes daños a la economía. Se estima que las pérdidas provocadas por sus exacciones rondan los 15 mil millones de pesos. Los cierres de carreteras que han hecho obligaron a parar a cientos de negocios. Los despidos de empleados suman miles. Esa injusticia para inversionistas y empleados es inaceptable. La CNTE es un tumor que urge extirpar. Si se lo hace con bisturí y con una buena comunicación, la población lo avalaría.
Eso, porque las mesas de intercambio a las que acudieron nunca fueron más allá de una farsa, de una simulación. Nunca asistieron con un propósito genuino de llegar a un arreglo.
A base de presión y de chantaje, han conseguido muchas ventajas. Han recuperado algunos de sus antiguos privilegios. Lograron que su dirigente, Rubén Núñez, fuera liberado pese a estar relacionado en la comisión de varios delitos graves.
—¿Le tomaron la medida al gobierno?, se plantea a nuestro amable interlocutor.
—No. No es así. El gobierno ha esgrimido el diálogo. Ha buscado el entendimiento. Ha cedido en algunas cosas, como debe ser en la política. Pero a cambio nada ha recibido. Se la creyeron. Y se han equivocado. Nadie se opone sistemáticamente en ningún lado al poder estatal sin consecuencias…
El ciclo escolar empezará el próximo lunes. Los maestros de la Coordinadora se mantienen firmes en que no iniciarán clases. Quieren que eso no suceda por lo menos en los estados que tienen como bastiones de su movimiento.
Enorme, grave desafío para quienes conducen el país. La decisión por asumir no es nada fácil. Si es directa, será definitoria y constituiría un vuelco para el país. Marcaría un antes y un después en su historia.
Como el antes o el después para actuar que ya se podría estaría definiendo. El 1 de septiembre, cuando se dará el IV Informe de Gobierno, también es una fecha que se estaría considerando.
La base de la decisión, se confió a este espacio, se dará sobre: 1).— El derecho al uso legítimo de la fuerza que legalmente detenta el Estado para salvaguardar la ley el orden. 2).— La imposibilidad de pactar con la CNTE. 3).— La imperiosa necesidad de dar una demostración de autoridad. Los profesores rebeldes han leído la prudencia como debilidad, pero están equivocados. Y, lo más importante. 4).— Detener el daño que la CNTE ha causado a la economía, a la sociedad, al país y sobre todo a la niñez. ¿Qué pueden enseñar a nuestros hijos esa bola de vándalos, flojos, impreparados y violentos? ¿No sería mejor que nunca regresaran a clases?
Así, las horas que corren ahora podrían ser esas con las que quizá se tenga que explicar a posteriori un cambio determinante en la vida nacional. Porque una cosa es un hecho: ejercida desde el poder como se hace ahora, es impensable que se permita que la política pierda.
SOTTO VOCE… Los cambios en el gabinete de Miguel Ángel Mancera fortalecen a su hombre de mayor confianza y de todas sus lealtades, que es Luis Serna. En la práctica, se reafirma como el jefe del gabinete… Dicen los enterados que Alfredo Castillo Cervantes estaría viviendo sus últimas horas al frente de la Conade… Ahora sí se le apareció el diablo a Graco Ramírez. Y no es difícil que pronto lo arrastre al infierno, pues, ¿cómo se librará de los movimientos sociales que inician con gran fuerza las presiones por su salida?... De nuevo, empiezan las especulaciones sobre posibles nuevos cambios en el gabinete. Algunos rumorólogos los dan por hecho incluso en el primer nivel. La duda es si se producirán antes del informe presidencial, como se había confiado a este columnista.
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@mariobeteta
