El Presidente de la República aplazó la promulgación de la ley 3de3 y enmendó un error de los congresistas, que pretendían someter a los empresarios a ese ordenamiento. Aplacó la animadversión de ese poderoso sector. Falta que el Poder Legislativo la extinga. Pocas veces, un mandatario mexicano ha rectificado después de escuchar detenida y atentamente a la parte afectada.

Dados los usos y costumbres y su enorme poder, la figura presidencial puede imponer su voluntad y hasta su arbitrio. Esta vez, Enrique Peña Nieto leyó la realidad, la interpretó bien y detuvo los excesos que diputados y senadores incorporaron a la legislación, de último momento, durante el reciente periodo extraordinario. Hizo el trabajo que era deber de los “representantes populares”.

Éstos, una vez más, desoyeron a sus representados. Pasaron por alto el hecho de que más de 630 mil ciudadanos apoyaron la iniciativa 3de3, que pretende ser un dique a la desbordada corrupción, la desvergüenza y la impunidad de funcionarios públicos de todos los niveles y de todos los partidos que han hecho del país, a través de su cargo, un botín que debería ruborizarlos.

A los detentadores momentáneos de la soberanía popular, que no sus dueños, no les importó incorporar absurdidades a la norma. Derivaron la obligación y la obligatoriedad que se les quería imponer a ellos y a los burócratas de alto nivel de transparentar sus bienes, sus intereses y sus declaraciones fiscales como garantía mínima de que, en el desempeño de su función, actúen con probidad, cordura y honestidad.

Notoriamente rechazados por la sociedad, los legisladores se protegieron a sí mismos y a los que ejercen algún mando público, y derivaron la responsabilidad que se pretendía imponerles con la ley hacia un sector clave para la economía y para el país, sin el cual el poder político se vería ampliamente cuestionado, vulnerado y debilitado.

De esa dimensión es el correctivo que puso el Presidente de México. Evitó que su poder y otro tan, o más grande que el suyo, entraran en colisión. En ese choque podría haberse generado un equilibrio inútil. Ambos perderían. O nada ganarían. Pero los más afectados serían la población y el país.

Con su decisión, Enrique Peña Nieto rescató de un mayor desprestigio a los congresistas. Por el momento. Su error lo tradujo en una operación suma-cero, en la que él ganó lo que el Poder Legislativo perdió por omiso, ciego e insensible, empeñado y ensimismado en descomponer lo que ya de por sí está desarreglado.

Corregir los yerros no es indecoroso. No es humillante. Menos aún cuando son los de otros. Esta es una obligación inapelable de todo jefe de Estado. Fue lo que, con sensibilidad y visión, hizo el presidente Enrique Peña Nieto.

Con ello, recuperó un consenso indispensable que debe servirle de base para resolver lo que está y enfrentar lo que viene.

Si el Presidente de México está apelando a la razón, a la racionalidad, al diálogo y a la tolerancia como síntesis y método de la política, sus más cercanos colaboradores deberían empeñarse, por lo menos… en imitarlo.

SOTTO VOCE… César Duarte Jáquez, quien pronto entregará la estafeta del gobierno de Chihuahua al panista Javier Corral Jurado, tendría todo listo para trasladarse —huir, dicen algunos— a Estados Unidos, donde esperaría vivir confortablemente con el fruto de su “trabajo”, que suma cientos de millones… Roberto Borge, quien hará lo mismo con el coalicionista Carlos Joaquín González en Quintana Roo, también tendría un pie en el avión para irse a “descansar” al extranjero, aun cuando de última hora habría soltado una millonada para blindarse en el Congreso local de cualquier intento de ser llamado a cuentas… Si alguien cree que Manlio Fabio Beltrones está “acabado” políticamente por haber renunciado a la dirigencia del PRI, está equivocado. Su sucesora, Carolina Monroy, por su parte, hará todo lo posible por ser más que interina en esa posición. El poder del grupo al que pertenece podría reafirmarla para el Estado de México en 2017… La arrogancia y soberbia de Álvaro Uribe, ex presidente de Colombia, le impidió valorar la capacidad de diálogo y reconciliación de Manuel Santos para cerrar la etapa más negra que ha vivido ese país durante más medio siglo…

La habilidad y sensibilidad políticas del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, garantizan la desactivación del conflicto magisterial con base en el diálogo y la concertación… Es urgente que las autoridades federales y estatales reciban a la dirigencia del Consejo de Seguridad Privada para resolver los asuntos pendientes… Mi solidaridad con Héctor De Mauléon, quien se crece ante las amenazas recibidas como consecuencia de sus valientes denuncias.

ombeluniversal@gmail.com

@mariobeteta

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