Inmerso en sus crisis históricas recurrentes, el PRD encara hoy la más difícil de su vida, de más de un cuarto de siglo. Se encuentra atrapado entre varias disyuntivas vitales. Sus opciones son muy limitadas. Lo que se decida en los próximos días en ese partido marcará su futuro. Y quizás hasta su existencia.

El motivo de la pugna tribal actual es si el perredismo debe aliarse con el panismo en algunos estados para tratar de desbancar al PRI de gobiernos estatales, aunque ya pactó Zacatecas y Durango. Uno y otro saben muy bien que solos no podrían hacerlo. Y aún juntos, no tienen ninguna garantía de que alcanzarían ese objetivo.

La peor señal que se cierne sobre la “izquierda” representada por el Partido de la Revolución Democrática es el amago de su líder, Agustín Basave, de que si no le permiten establecer alianzas con Acción Nacional en Tlaxcala y Puebla, dimitirá a su cargo.

—“No le vamos a rogar. Si se quiere ir, que se vaya. Lo que no permitiremos quienes nos oponemos a su pésima estrategia es que se erija en un nuevo López Obrador, que hizo lo que le vino en gana, a la manera de un vulgar cacique”, dice una voz de alto nivel dentro del perredismo.

Y es que Basave, priísta de muchos años, cercano al candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, estudioso, con obra intelectual, parece estar decidido a echar por la borda la ideología “izquierdista” que recién abrazó con tal de arrebatar el poder al PRI en coalición con el PAN. Su obsesión es Veracruz, donde se ha radicalizado la oposición de sus correligionarios a esa idea y donde la pelea será Yunes contra Yunes.

Sin otro argumento de que el PRI lleva muchos años en el poder —a lo que él contribuyó—, y que ya es hora de la alternancia, está optando por el pragmatismo puro. Los principios, la ética, el programa, la historia del PRD no tienen ningún valor para su presidente. Los abandona por resultados aritméticos absolutamente inciertos.

¿Acaso se han acreditado las alianzas partidistas con una mejor democracia, gobiernos más honestos y un mayor beneficio para la sociedad ahí donde distintos partidos, juntos, accedieron al mando?

La aspiración de Basave de ganar migajas, que en cualquier caso tendría que compartir con los panistas, es pobre y lamentable, máxime si se considera la incuestionable valía personal que lo caracteriza. ¿Es ese el cambio que prometió a los militantes y a la sociedad?

Demolido paulatinamente durante los últimos años por distintos actores, en cualquier caso, el PRD no tiene muchas alternativas. Ha perdido su prestigio, a sus dirigentes más conspicuos, su identidad, un muy importante número de militantes, amplísimas porciones de poder. Se ha ganado el repudio social, que lo ha dejado prácticamente huérfano y en la ignominia.

Esto, previsiblemente, se agudizaría con las caprichosas coaliciones en las que está empeñado su dirigente. La tabla de salvación que supone con ellas podría convertirse en el misil que termine por hundirlo.

Si alguna esperanza de reconstrucción tiene, es volver a sus orígenes, a su esencia, acercándose nuevamente con humildad y con logros así sean pequeños a cuantos se sienten traicionados por el indudable extravío en que se encuentra. Eso sería apenas recomenzar. El tiempo es impredecible.

Pero más vale una recuperación real y consistente a largo plazo, susceptible de generarle credibilidad y consenso, que una “salvación” inmediata capaz de traducirse incluso en la desaparición. “Ganar” perdiendo hoy o ganar realmente mañana es la cuestión.

El principal objetivo que tenía Basave de imponerse a los intereses de las tribus en el Sol Azteca (16 en total, aunque sólo cuatro con influencia), podría convertirse en su derrota.

SOTTO VOCE… Con la postulación de Marco Antonio Mena Rodríguez a la gubernatura de Tlaxcala, se perfila la forma en que el PRI designará a los demás candidatos para gobernadores en los comicios de junio próximo. Con la unidad, institucionalidad y disciplina ampliará sus márgenes de victoria. Otro caso será Oaxaca, donde el PRI decide por Gerardo Gutiérrez Candiani para evitar la continuidad de los cacicazgos… Pese a la estridencia, la sangre no llegará al río por las diferencias que sostienen Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco, por el Mando Único de seguridad. La intervención del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, a fin de que lleguen a un acuerdo, ha sido fundamental. El resultado ya comienza a verse en la disposición al diálogo… La gubernatura de Colima, que se disputan Jorge Luis Preciado y José Ignacio Peralta, está en el aire. La guerra sucia que la envuelve, podría derivar en un nuevo final de tribunales.

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@mariobeteta

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